Según reporta la Agencia de Periodismo Investigativo (API), dirigida por el periodista Norbey Quevedo, un hijo extramatrimonial de Jota Mario Valencia estaría reclamando parte de la herencia que le corresponde. El hombre de 43 años demandó a los dos hijos del presentador dos meses después de que este falleciera el año pasado. El proceso tiene por objetivo que se reconozcan sus derechos y, por ende, que se le asigne una porción de la herencia de quien sería su padre. El mencionado medio presenta dos copias de fax que corroboran que el proceso está en curso en un juzgado de familia en Bogotá.
Según el demandante, su madre solo le reveló la identidad de su padre hasta cuando éste había fallecido. Alejandro Ávila, como se llama el individuo, sería producto de una relación del presentador con una mujer mayor que él a mediados de los años setenta. La pareja se habría conocido en una casa del barrio La Soledead, ubicada en la calle 44 con carrera 21, donde ella trabajaba como empleada doméstica de una familia alemana. El carisma del entonces joven estudiante de Comunicación Social en la Universidad de la Sabana, habría sido lo que la atrajo de él. Jota Mario tendría entonces solo 19 años.
La relación se habría desarrollado de forma clandestina teniendo en cuenta que el joven Jota Mario nunca quiso oficializar un noviazgo con la mujer pese a que ella le pedía que así lo hicieran. Ella era una humilde campesina que habría emigrado a la ciudad en busca de un mejor futuro. Sin embargo, la diferencia de clases sociales habría sido la principal razón por la que Jota Mario nunca oficializó la relación. Según relata la demanda, ella era analfabeta cuando él ya era un estudiante universitario.
La actitud del paisa cambió cuando ella le dijo que no le llegaba la regla y que creía que estaba embarazada. Desde ese momentó él habría dejado de contestar sus llamadas y responder sus mensajes. La ignoró completamente. Fue así como le tocó criar a su hijo sola. Cuando éste le preguntaba por su padre ella siempre respondía con evasivas. Sin embargo, todo cambió el pasado 6 de junio, cuando la mujer por fin develó a su hijo la identidad de su supuesto padre luego de conocer que Jota Mario Valencia murió en una clínica de Cartagena por cuenta de una isquemia cerebral. El demandante asegura que su madre nunca le dijo nada antes porque no quería meterse con "esas personas tan poderosas" pero que no quería llevarse ese secreto a la tumba.
La demanda en curso tiene por objetivo que Alejandro Ávila sea reconocido ante la justicia como hijo de Jota Mario Valencia y, posteriormente, que éste sea incluido dentro del proceso de sucesión de bienes que adelanta su familia. En caso de que la justicia le dé la razón, Ávila se quedaría con un lote de 900 metros cuadrados, en el kilómetro 9 Manzanillo del Mar, etapa MRO por $1.040 millones. En Bogotá, un apartamento en el norte de la ciudad, de 188 metros cuadrados por $403 millones. Además de lo anterior, le correspondería participación accionaria en empresas donde Jota Mario tenía acciones.
La única forma de saber si Alejandro Ávila es hijo de Jota Mario Valencia es por medio de una prueba de ADN practicada a los dos hijos reconocidos del presentador. Lo anterior, teniendo en cuenta que el cadáver fue cremado por disposición de la familia y es imposible practicarle la prueba a sus restos. El proceso legal, que según el citado medio se ha visto retrasado por cuenta de la pandemia del COVID-19, debería resolverse en menos de un año.
