Hoy ya se están quejando de Santos, con toda la razón; pero el llamado Voto por la Paz, realmente no era por Juan Pa’, el Voto por la Paz era con franqueza un Voto en contra de Álvaro Uribe Vélez; no se puede negar que el temor que ejerce este señor sobre los colombianos logró lo que ningún otro ha podido. Unir en un solo Voto a más de 7 millones de personas.
Un buen porcentaje de estos 7 millones de personas que entienden el sentir de las comunidades rurales de Colombia; del temor que despierta la derecha en zonas que han sido afectadas directamente por el conflicto armado del país; que han sido estigmatizadas, que han tenido que abandonar sus parcelas, que bajo amenazas han tenido que venderlas.
Comunidades que hoy siguen olvidadas y abandonadas a su suerte por parte del Estado; pero que a pesar de eso hoy se sienten un poco más tranquilas, que hoy están pensando en el futuro, cuando ayer no podían hacerlo.
Es verdad que Juan Manuel Santos, no ha hecho mucho por ellos, es verdad que viajar por las carreteras rurales del país es un verdadero viacrucis, es verdad que no cuentan con servicios básicos, es verdad que no reciben capacitación técnica, es verdad que no pueden acceder a los servicios de un médico, es verdad que muchas de estas comunidades hoy no tienen agua potable, es verdad que muchos de los niños de estas comunidades no tienen acceso a la educación, es verdad que para Juan Manuel Santos, la tal zona rural no existe.
Lo que queda como enseñanza después de estos meses de incertidumbre, noches en vela y temor, es que una buena parte de esos 7 millones que votamos por “la paz”, hoy tenemos la certeza que si unidos logramos alejar a Uribe y a sus ínfulas de padre de la patria. Unidos podemos llegar a exigirle al estado que voltee la cara hacia las zonas rurales y comience a elaborar un plan de inclusión social para estas comunidades en el cual ellos sean los principales beneficiados.
Así como ejercimos nuestro derecho democrático a elegir, que no queremos más Uribe; así mismo podemos volvernos, convertirnos en veedores de las políticas de Juan Manuel Santos.
Ese es nuestro derecho y deber como electores de la Paz.
Anexo: Para mayor entendimiento:
¿Qué se entiende por Veeduría Ciudadana?
Es el mecanismo democrático de representación que le permite a las personas y a las diferentes organizaciones comunitarias, ejercer vigilancia sobre la gestión pública, respecto a las autoridades; administrativas, políticas, judiciales, electorales, legislativas y órganos de control, así como de las entidades públicas o privadas encargadas de la ejecución de un programa, proyecto, contrato o de la prestación de un servicio público.
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