En redes sociales y medios de comunicación se observan innumerables comentarios relacionados con los servicios públicos de Cali. Muchos usuarios y diversas organizaciones reclaman alivios y descuentos, pues la solidaridad es uno de los principios intrínsecos de los servicios públicos. Sin embargo, lo que desconocen algunos ciudadanos y lo que omiten con claras intenciones políticas algunos concejales es que las Empresas Públicas Municipales de Santiago de Cali (EMCALI E.I.C.E. E.S.P.) se encuentran prácticamente intervenidas por el gobierno nacional, quien condiciona las decisiones en materia financiera.
EMCALI sostiene de vieja data una ilegitima, odiosa e ilegal deuda con la nación, que hoy asfixia a la empresa de los caleños, la cual tiene su origen en la necesidad de provisión de servicios públicos de la población desplazada del suroccidente colombiano que se asentó en el distrito de Aguablanca de la ciudad y la descontaminación del río Cauca en la década de los 80, a través de la construcción de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales de Cañaveralejo (PTAR - C), proyectos que se asumieron a través de la suscripción de créditos internacionales. El acuerdo original establecía que la deuda sería asumida por la nación, aspecto neurálgico que luego el poder central desconoció, cargando sobre los hombros de EMCALI esa obligación, que en capital e intereses actualmente suman $1.8 billones.
Es importante advertir el carácter odioso en la forma en la que se ha venido configurando la deuda. Inicialmente, la nación pagó alrededor de seiscientos setenta y un mil millones de pesos ($ 671.000.000.000) de los créditos internacionales mencionados. Sin embargo, le ha venido cobrando a EMCALI cerca de un millón ochocientos mil millones de pesos ($ 1.800.000.000.000). Es decir, se le impuso a la empresa injustamente el pago de más de un billón de pesos, derivados de la monetización, incrementos sucesivos en la tasa de interés y la capitalización de los intereses.
Esto es un despropósito descomunal, una extorsión directa a los caleños y una situación que afecta a las comunidades más vulnerables. Desde el año 2016 hasta la fecha, la empresa ha pagado más de quinientos cuarenta y siete mil millones de pesos ($ 547.000.000.000), prácticamente se ha saldado la deuda asumida inicialmente por la nación. Uno de los principales artífices de este mecanismo es Alberto Carrasquilla, actual Ministro de Hacienda y Crédito Público, quien implementó la medida cuando desempeñó el mismo cargo durante la presidencia de Álvaro Uribe Vélez. Esta es una figura similar a la de los bonos de agua, con la cual Carrasquilla terminó afectando financieramente a 117 municipios.
Desde SINTRAEMCALI hemos insistido en la necesidad de condonar totalmente la deuda y sin condicionamiento alguno, un imperativo moral y ético, una alternativa para que la empresa logre salvaguardar la prestación de los servicios públicos. Recientemente, la actual administración de EMCALI le propuso al Ministerio de Hacienda la exoneración del pago de la deuda para lo que resta del 2020 [1], una cifra cercana a los 125 mil millones de pesos, para afrontar la crisis sanitaria y humanitaria actual y poder así aliviar la situación en materia de servicios públicos. Estas solicitudes han sido desatendidas por el gobierno nacional, el cual insiste en mantener vigente e intacto este “gota a gota” con el que tiene extorsionados a los caleños.
Durante la crisis generada por la emergencia sanitaria desatada por el COVID-19 en la ciudad de Cali, EMCALI y sus trabajadores hemos jugado un papel fundamental en la lucha contra esta pandemia. El gobierno de Iván Duque es indiferente ante esta situación. Frente a la posibilidad de generar alivios para los usuarios caleños, las medidas que ha implementado han beneficiado principalmente a grandes empresarios y al sector financiero, quienes sacan ventaja de la crisis a costa de los trabajadores y sectores vulnerables.
Así pues, los únicos responsables que EMCALI no pueda garantizar alivios financieros de la ciudadanía en época de confinamiento son el gobierno de Duque y el Centro Democrático, aunque sus representantes y aliados locales quieran lavarse las manos.
[1] Emcali pidió ser exonerado en deuda nacional para brindar alivios en pagos de servicios a caleños
