El pasado 15 de junio se llevó a cabo la segunda vuelta electoral en Colombia que dejó como vencedor al candidato presidente, Juan Manuel Santos, con 7.813.115 votos, frente a su competidor del Centro Democrático, Óscar Iván Zuluaga, quien registró 6.903.813 sufragios.
Estos resultados no coincidieron con los de la primera vuelta del pasado 25 de mayo, cuando Zuluaga ganó con 3.759.971 votos frente a 3.301.815 del hoy reelegido presidente. ¿Por qué se volteó la torta? ¿Por qué Óscar Iván Zuluaga no ganó la Presidencia si el panorama político lo favorecía y la mayoría de las encuestas confirmaban sus posibilidades de triunfar? Retomando el análisis hecho por varios expertos en los principales medios de comunicación, estas cinco razones pueden explicar la derrota del candidato uribista:
1. El debate en La W y El Tiempo.
Armando Neira plantea en su nota publicada en la revista Semana titulada, “La noche en la que Zuluaga perdió la Presidencia”, que en el debate del lunes 9 de junio organizado por la emisora W Radio y la Casa Editorial El Tiempo el candidato del Centro Democrático echó por la borda lo que hasta ese día había sido una campaña exitosa pero cuidadosa.
Esa noche, Zuluaga insultó a Santos diciéndole: “con usted no se puede ser respetuoso”, además de aumentar su nivel de agresividad con el polémico comercial de “la loca de las naranjas”. Según Neira, con esa actitud Zuluaga perdió su compostura y la imagen que hasta ese momento tenía de ser un hombre mesurado y sereno, para mostrarse como un político belicoso e irrespetuoso ante el jefe de Estado.
2. No asistir a los últimos debates.
El martes 10 de junio los candidatos a la Presidencia se enfrentaron en un nuevo debate, esta vez organizado por La FM moderado por su directora Vicky Dávila, en el que Zuluaga nuevamente se exaltó ante los cuestionamientos de su opositor. Al día siguiente ambos tenían una nueva cita en Caracol Radio y Red + Noticias, sin embargo, Martha Ligia Martínez, esposa de Óscar Iván, expresó que este no podía cumplir dicho compromiso ya que había amanecido sin voz a causa de una fuerte gripa. Minutos después, fue incapacitado cuatro días por padecer una laringitis aguda, lo que obligó al aspirante a la Presidencia a cancelar el resto de debates programados.
En el artículo de Semana citado anteriormente, Armando Neira explica que, aunque en la campaña uribista lo nieguen, seguramente tomaron la decisión de esconder a Zuluaga y no exponerlo a más confrontaciones en radio y televisión. Lo extraño fue que, a pesar de su incapacidad médica, apareció en otros compromisos y siguió dando entrevistas en varios medios de comunicación en las que su voz se escuchaba perfecta, lo que aumentó la especulación sobre su enfermedad.
3. La alianza con Marta Lucía Ramírez.
El domingo, durante la transmisión de los resultados de la segunda vuelta en Caracol Radio, Diana Calderón, directora del servicio informativo de esa cadena formuló esta pregunta: ¿la alianza con Marta Lucía Ramírez y el cambio de discurso frente a los diálogos de paz que Zuluaga se vio obligado a hacer debido a esta adhesión afectaron su campaña?
Indudablemente sí la afectó, ya que uno de los puntos que le hizo ganar a Zuluaga la primera vuelta fue su oposición radical al proceso con las Farc en La Habana. Incluso afirmó que lo suspendería si llegara a ser elegido. Cambiar este discurso de cara a la segunda vuelta justo cuando confirmó a Marta Lucía Ramírez como su jefe de debate, y manifestar que estaría dispuesto a continuar con la negociación de la paz poniendo condiciones, le hizo perder adeptos entre simpatizantes y opositores.
4. La recaptura del “hacker” Andrés Sepúlveda.
El gran escándalo que puso en el ojo del huracán a Óscar Iván Zuluaga fue la aparición de un video divulgado por la revista Semana en el que el candidato aparece reunido con el “hacker” Andrés Sepúlveda quien fue capturado el 5 de mayo acusado de “chuzar” los diálogos de paz. Al respecto, Zuluaga cayó en un mar de contradicciones que hicieron tambalear su campaña.
El pasado 9 de junio, un juez dejó en libertad a Sepúlveda debido a que la Fiscalía no aportó los las pruebas suficientes para mantenerlo encarcelado. Esto aparentemente significaba una victoria para Zuluaga. Sin embargo, al día siguiente el “hacker” fue recapturado y recluido en la cárcel La Picota de Bogotá, y dos días después, reconoció en indagatoria que sí había espiado los diálogos de paz.
Esto afectó la imagen de Zuluaga ya que en el debate de La FM Santos le preguntó en repetidas ocasiones si él era el del video con Sepúlveda ante lo cual el candidato del Centro Democrático se limitaba a responder de forma tajante y evasiva que se trataba de un montaje, lo que puso en duda su honestidad y la de su campaña.
5. La sombra de Álvaro Uribe Vélez
Hasta la primera vuelta, la estrategia del Centro Democrático de había partido en dos: por un lado Zuluaga se dedicaba a recorrer el país exponiendo sus propuestas y mostrando una imagen de político sereno, por el otro, el expresidente Uribe se empeñaba en atacar a Juan Manuel Santos con acusaciones como la de los 2 millones de dólares del narcotráfico que habían entrado a su campaña en el 2010 a través de J.J. Rendón. Dicha estrategia del exmandatario había sido tan exitosa que por un momento logró que la gente se olvidara del video de Zuluaga con el “hacker” y dudara de la honorabilidad de Santos.
Sin embargo, para la segunda vuelta el panorama cambió por completo debido a la actitud irrespetuosa de Uribe Vélez ante la Fiscalía, ya que cuando fue citado a declarar y presentar pruebas de sus denuncias, hizo acto de presencia para embetunarse los zapatos, tomar tinto y recusar al fiscal Eduardo Montealegre y a su vicefiscal Jorge Perdomo alegando falta de garantías. Días después, ante la Procuraduría, aceptó que no tenía evidencias en contra de Juan Manuel Santos, pero sí serias y graves informaciones sobre su campaña. Este reversazo, junto a las graves acusaciones que hizo contra el periodista del canal RCN, Juan Carlos Giraldo, acerca de una información que el comunicador tenía sobre un supuesto fraude electoral de la Registraduría a favor de la reelección, y que fue categóricamente desmentida por ese medio de comunicación, desmoronaron la credibilidad del expresidente y salpicaron la campaña de Óscar Iván Zuluaga quien a falta de argumentos claros terminó heredando la forma de actuar de su mentor apelando a la agresividad y al silencio.
