A los asesores de imagen de las campañas les va a tocar revaluar en el futuro, su destructivo modelo de acudir a la propaganda negra como estrategia de marketing político utilizado en este proceso electoral. Creo que en Colombia no funciona. Así lo reflejó la abstención del 60 por ciento en la primera vuelta, que evidencia un cansancio de los ciudadanos con los escándalos, y los resultados de la segunda vuelta, que muestran una apuesta por la paz y, sobre todo, un rechazo a la política belicista y pendenciera.
Y aunque sea un modelo utilizado en países como Estados Unidos y algunos de Europa, la política del escándalo no se puede aplicar indistintamente en cualquier contexto. La realidad colombiana dista mucho de la norteamericana y la europea. Ni siquiera es equiparable a la que se vive en los países vecinos de Latinoamérica. Por tanto, es un error considerar que la política o sus estrategias de marketing se pueden estandarizar.
Colombia ya alcanza un hastío generalizado por la violencia a la cual le ha tocado sobrevivir durante más de medio siglo. Y aunque los colombianos aún nos dividimos en cuanto a la manera de salir de ella (por la fuerza o por el diálogo), es claro que estamos hartos de esta realidad y queremos que cambie.
De tal manera que atizar el fuego de este contexto en campaña electoral, con el desprestigio del opositor político a punta de pugnas y falsas denuncias tendientes a deslegitimarlo fue una estrategia bastante costosa en estas elecciones porque elevó la abstención a niveles casi históricos y dejó heridas profundas en los actores enfrentados, paradójicamente, de la misma ideología política: de derecha.
En medio de este escenario resultó un bálsamo ingenioso de la cultura popular, el video casero grabado con celular a doña Ana Mercedes Plata, de 85 años de edad, quien explica sus razones para votar por “Juan Pa” y no por “Zurriaga”. Pero no porque invitara a votar por uno u otro candidato, sino por genuino y porque expresaba sus argumentos. Eso fue lo mejor en marketing de esta vapuleada campaña presidencial.
Que los asesores se vayan con sus modelos importados a otra parte. De belicismo aquí ya estamos hastiados. Necesitamos con urgencia la verdadera política, la de las ideas y las acciones que las hacen realidad. Requerimos argumentos como los de doña Mercedes Plata, que reflejan las verdaderas necesidades de este país, y políticas públicas, que las resuelvan de verdad.