Se tiene que ser muy desagradecido en esta vida para no reconocer todo lo bueno que Iván Duque está haciendo en su presidencia. Al principio decían que nunca declararía cuarentena que porque a él no le importaba el pueblo, no sólo nos dio cuarentena sino que la alargó hasta el 26 de abril cuidando sobre todo a los pobres que son los que ponen los muertos. Luego, aunque empresarios como Arturo Calle pusieron el grito en el cielo porque no levantaban la cuarentena, lo que hizo el presidente fue pedirle a todos los que ganen más de diez millones de pesos el diez por ciento de su sueldo, una medida ejemplar que buscar zanjar la inmoral brecha que hay entre ricos y pobres.
Pero no, no están contentos. Además Colombia no tiene los muertos ni los infectados que muchos de los de la izquierda esperaban. Es realmente triste ver como ha hecho leyes que van en contra de los supuestos grupos económicos que supuestamente le ordenan qué hacer con su vida. Es como si una parte de nosotros quisiera ver al país consumido por el virus para pedirle la cabeza a Duque y poner al único Dios que ellos respetan, el exguerrillero Gustavo Petro de quien afirman ni siquiera está en el país.
Todo lo van a ver mal y quieren que esa curva se ponga para arriba y se llene de muerto sólo para decir que Duque y la derecha son unos buenos para nada. Cuanta mezquindad y maldad hay en los que quieren imponer el modelo venezolano. Duque ha puesto la cara y ha estado pendiente de nosotros todos los días, a toda hora. No verán el mundo arder, el orden nos pertenece y la muerte no se obsesionará con Colombia