Alguna vez escuche a alguien preguntar “en Japón comen con palitos, cual es el tenedor y cual el cuchillo?” al momento reí porque lo cogí descontextualizado, no hacia parte de esa conversación; días después mientras pare mi bici y esperar el cambio del semáforo pasó frente a mí una pareja, ambas de sexo femenino cogidas de la mano, sonrientes y brindándose increíbles muestras de cariño, entonces me acordé del “chiste” y ese día lo entendí.
Confieso que nacer masculino e identificarme con ese género en una sociedad, donde el “machismo es una ideología creada para someter” apoyados en la religión que te condena por nacer (pecado original) y donde la educación está enfocada exclusivamente a deshumanizar para esclavizar, no parece fácil dilucidar el dilema diario de “a que puta pregunta le busco respuesta primero”.
Esos instantes frente a ese semáforo, paralizaron tanto mi mente que el vehículo de atrás me pito con bastante fuerza dado que yo me quede ahí parado aun con el verde corriendo en el señalizador, esos momentos de luz que te abren la mente y te cambian la perspectiva, que te liberan tu alma.
Hice unos palitos y empecé a ver videos de como hacen los japoneses para comer. Uff mas liberador aun porque te quitas esa ¨manía cultural del protocolo en la mesa” al ser iguales no tienes que pensar “como cojo los cubiertos?” y para los zurdos, aplica igual? Y si mejor solo como con cuchara?.
Por supuesto mientras respondía la pregunta menos complicada, mi mente estaba en otro cuento, seguía repitiendo la escena de la pareja, buscaba una respuesta que me había aprendido a responder de tantas maneras cuestionables que aún no había una “realmente satisfactoria para mi personalidad” (debería existir una respuesta? Debería preguntarme porque el sol no discrimina a quien iluminar?); Porque la esencia del amor, esa energía tan fuerte que emanó de la pareja he invadió mi alma precisaba definir algo más? Para que regresar a la estúpida pregunta de “quien será quién, como si existir fuera una obra de teatro que requiere identificar el papel especifico de cada actor.
No tengo las respuestas claras y por ello no voy a definir, ni a explicar nada, quiero brindar una opinión sobre un tema que ha sido tan manoseado por los noticieros y la prensa del día, generando aún más confusión entre “quienes no tienen que controlar nada” ni debidamente explicada y comprendida por “quienes si tienen el deber de controlar no el tema de género, sino hacer respetar la norma expedida: policías, soldados, empleados de bancos y supermercados”.
Que era más fácil con la cédula? Hay personas atrapadas porque perdieron su cédula y no tienen como demostrar cual es el último número (vi una discusión muy acalorada entre un vigilante y una señora de edad "porque tiene que ser la cédula original").
¿Por qué no hacerlo en una situación menos crítica? Cómo definir cuándo es “menos crítico” en un país que debe mantener en la calle porque no hay fuentes de trabajo para el 60% de la población o porque el paro es la única opción de reclamar derechos tan evidentes como el derecho a la vida?
Mi respuesta: es un momento muy oportuno. Estamos parados, solo podemos intentar sobrevivir pero sobre todo tenemos tiempo para pensar y analizar, para cuestionarnos a nosotros mismo en esta “aparente soledad” que generó la cuarentena.
Esta medida seguro va a derivar mucha confusión que no debería, pero la duda misma es imprescindible para generar el conflicto, resolver la pregunta y lograr un acuerdo. Porque las democracias se mueven por acuerdos pues todos tenemos derecho a opinar y argumentar, se llega a consensos y luego los convertimos en normas y conductas.
Como saber si las personas responsables de las funciones de policía, caja, vigilante, transportista, funcionario etc. toda aquella primera línea que nos está protegiendo de la propagación del virus, tiene claro la diferencia entre género y sexo, que tiene la capacidad de respetar el sentir de una persona a ser?
Como la autoridad hacia futuro puede obtener lecciones de cómo prepararse mejor antes de lanzar esta u otra medida pública? Y qué tal que solo estemos prevenidos y ya las respuestas estén? Como cada uno de los que defienden o critican uno u otro concepto sobre género, va a comprender a los demás si no hay un espacio “aparentemente critico en la realidad” para afrontarse?
Para lograr una respuesta, hay que lanzar una pregunta, Claudia López hizo la pregunta.