La graduación anticipada de 117 médicos de la Universidad del Rosario para atender la emergencia por el COVID-19 fue un momento histórico, como el mismo Gustavo Adolfo Quintero, decano de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud, lo calificó.
Ante la necesidad, el ministro de Salud pactó con la Asociación Colombiana de Facultades de Medicina (ASCOFAME) graduar a otros 843 estudiantes antes del 18 de abril para ocuparlos en la emergencia, un proceso que Gustavo Adolfo Quintero, quien además es el presidente de la Junta Directiva de la asociación, estaba adelantado coordinadamente con los demás decanos. Sin embargo, hoy el panorama para esos estudiantes es incierto y Quintero se vio obligado a informarle a los decanos que el Ministerio de Salud no tiene el presupuesto para contratarlos y ocuparlos. Aunque desde el ministerio insisten en que se adelanten los grados y los médicos se ocupen en alguna IPS, no existe garantía de que realmente consigan trabajo.
"Me preocupa retirar del internado, donde están prestando un servicio, a esos internos para graduarlos y dejarlos buscando puesto. Eso no era lo pactado. Ofrezco disculpas por confiar en la palabra del Gobierno Nacional", dice Quintero en la comunicación enviada el pasado 6 de abril, que también agregó: "yo lamento mucho los inconvenientes que esta realidad pueda ocasionarle a sus facultades y ofrezco nuevamente disculpas por mi credulidad a lo concertado con el Gobierno Nacional".