Una de las situaciones recurrentes en la vida universitaria es la problematización de la formación en lectura y escritura. Con una serie de tertulias académicas con profesores de ciencias sociales varias universidades buscan reflexionar al respecto.
La tendencia sobre la formación en lectura y escritura es una constante queja de los docentes sobre la calidad de los escritos de sus estudiantes. De otro lado los estudiantes sienten que no se leen sus trabajos, que los comentarios que les hacen los profesores son más de forma que de fondo. Se expresa que alguien no sabe escribir bien básicamente porque no hay una adecuación a las normas ortográficas. Dejamos de lado la posibilidad de comprender la lectura y la escritura como un proceso cognitivo, es decir que mediante estas prácticas generamos nuevo conocimiento y podemos adquirir las competencias que nos permiten comprender la producción académica que se ha desarrollado en un determinado campo del saber.
Como lo referencia el crítico literario argentino Noé Jitrik, “En la Universidad o fuera de ella la condición para llegar a ser un buen lector-escritor pasa por la fuerza de captación de la mirada. La condición es aprender de lo que han escrito otros, los mejores en cada campo del saber.”
Pensar conjuntamente los procesos de producción textual implica que docentes y estudiantes van generando una serie de acciones que les permita un encuentro a partir de la cultura escrita y lectora. Eso quiere decir que se problematizan las formas como tradicionalmente se ha usado el texto en la vida universitaria. Se diversifica el significado de la idea sobre el texto, que si bien ancla sus raíces en la cultura letrada, la que subyace al texto o libro tradicional, hoy se expande hacia una multiplicidad de formas de transmitir información y de crear mensajes. Esto mismo implica las diversas maneras de ver, leer y comprender la vida cotidiana y el mundo social en el cual deben estar insertados los profesionales de las ciencias sociales y de las artes.
¿Cómo lograr un flujo pedagógico en la cotidianidad de las aulas de clase que favorezca la lectura y la escritura? Sin duda con un trabajo reflexivo y permanente con los docentes. Con la incorporación de diseños pedagógicos que favorezcan este cambio significativo en las maneras como tradicionalmente nos hemos relacionado con los procesos de lectura y escritura en las universidades.
Cuando mencionamos esta dimensión reflexiva en relación con la práctica docente estamos proponiendo alternativas de trabajo investigativo en el aula, es así como nos ubicamos más desde una perspectiva de la investigación formativa porque un proyecto de formación en lectura y escritura implica esa permanente interpelación entre docente y estudiante. Todos se encuentran convocados ante las prácticas de lectura y escritura de textos. La función de sistematizar y hacer que los docentes y los estudiantes expliciten sus prácticas en relación con la lectura y la escritura nos sugiere la idea de la reflexividad que podría ser comprendida en una doble significación:
“Como el procedimiento o medio por el que se considera una experiencia en forma de pensamiento, sentimiento o acción, mientras ella ocurre o bien posterior. El segundo sentido es la creación de significado y la conceptualización que parte de la experiencia y la potencialidad de mirar las relaciones sociales como diferentes de lo que son, ello implica una reflexividad crítica de los sujetos”, explican AnneBrockbank Yi anMcGill, autores del libro Facilitar el aprendizaje reflexivo en la educación superior.
Recogiendo lo anterior, la Facultad de Ciencias Sociales, Humanidades y Arte de la Universidad Central se ha propuesto hacer una reflexión conjunta entre estudiantes y docentes sobre la experiencia de la lectura y la escritura en la universidad a través de una serie de tertulias que se llevan a cabo una vez al mes. El ciclo fue inaugurado el 23 de abril, día del idioma, por Juan Carlos Vergara Silva, miembro de número de la Academia de la lengua y Director de la maestría en Lingüística aplicada de la Universidad de la Sabana.
El encuentro académico sobre lectura y escritura en las tertulias académicas, comprende desde un punto de vista metodológico y epistemológico la complementariedad del binomio de los actores educativos frente a la cultura textual y a los diversos dispositivos que hoy permiten la circulación, transmisión, acumulación, discusión decontenidos. Ese binomio lo conforman fundamentalmente docentes y discentes y esto quiere decir que ambos están inmersos en la misma situación, ambos son lectores(odeberían serlo) y productores permanentes de textos, relatos e información.
La reflexión sistemática de la tertulia académica implica así que los actores del binomio reflexionen sobre lo que hacen cotidianamente en relación con los libros, las textualidades, los dispositivos de información y que en la medida en que ambos participen del proceso formativo coadyuven a mejorar las competencias lectoras y escriturales con sus prácticas de enseñanza y aprendizaje.Sólo con la participación y cooperación de los docentes desde la diversidad de cada una de las Ciencias Sociales, las humanidades y las artes será posible generar la sistematización de una experiencia formativa sobre las prácticas de lectura y escritura en las universidades.
La invitación está abierta
Próxima tertulia académica: Martes 24 de junio. Hora: 6:00p.m.
Lugar: Centro de documentación IESCO - Universidad Central
Cra. 15 n°. 75-14.
Juan David Parra Orozco
Coordinador académico Tertulias sobre lectura y escritura.