Desde que el presidente de Egipto Mohamed Morsi fue elegido en 2012 miles de personas han salido a las calles para protestar por su permanencia en el cargo. Cientos de miles de egipcios creen que Morsi no tiene las capacidades de liderar el proceso de transición que se está dando en el país después de la caída del régimen de Hosni Mubarak.
Entre las razones para el descontento general están: la falta de gasolina, el la defensa de los aliados islamita y el desempleo, entre otras. Con la economía en un débil estado después de los sucesos de la Primavera Árabe estas son las razones para las protestas.
Desempleo y escasez: El desempleo que ya supera el 13%. Hay apagones de electricidad y escasez de algunos productos. Hay colas de dos horas para poder llenar los tanques de gasolina. Los manifestantes también se quejan de que el presidente es incapaz de garantizar la seguridad en las calles al punto que el turismo se ha reducido brutalmente,
Terroristas: Otros manifestantes dicen que el gobierno libera terroristas y los pone en puestos del gobierno. Un ejemplo sería el nombramiento de Adel al Jayat, exmiembro del grupo terrorista Gama Islamiya, como gobernador de la provincia de Luxor. Al Jayat tuvo que renunciar al cargo por la presión de empresarios y opositores casi a los siete días de haber sido nombrado.
Islamismo: Muchos manifestantes temen al avance del Islamismo y al poder musulmán. Cuando Morsi llegó al poder, militaba en el el partido Justicia y Libertad, el brazo político musulmán que durante décadas fue acallado por Mubarak. Recientemente Morsi aprobó una constitución de corte islamista, que a pesar de las constantes quejas de la oposición no ha sido posible derogar. La población también se molestó cuando en septiembre el año pasado, una presentadora de noticias apareción en el Canal 1 con el velo islámico que le cubría el cabello y el cuello.
Traición a la primavera: La queja más común es que Morsi ha abandonado los principios de la Primavera Árabe del 2011, en la que se buscaba “pan, justicia y libertad”. Según los manifestantes Morsi no ha cumplido ninguno. Aquella revuelta encendió muchas ilusiones, prometió mejorar las libertades civiles y fomentar el respeto por las minorías pero al parecer, Morsi no ha estado a la altura de estas promesas, que de cierta manera lo llevaron al poder.