Les voy a contar lo que sucedió. Yak era un rottweiler que hizo parte de la familia desde que era cachorro, si mal no recuerdo Yak llegó a nuestras vidas cuando yo tenía apenas 15 años. Vivió en Bogotá alrededor de 5 años y después se fue a vivir a la casa de la familia de mi cuñado en Villa de Leyva.
Quienes me conocen saben que en mi familia hemos sido afortunados de tener ya varios perritos de esta raza porque los amamos. Cabe recalcar que amamos a todos los animales y a todos los perros sin importar la raza, la cuestión acá es la idea estúpida que tiene la sociedad de las “razas peligrosas".
Hace dos días recibí una llamada de mi hermana contándome que a nuestro amado Yak lo habían matado de dos tiros... ¿Ah? ¿Qué es esta mierda? ¿Saben ustedes el vínculo que se crea con una mascota? Es como si fuera un hijo, un primo, un nieto, es un integrante de la familia como cualquier otro. Resulta que Yak como les contaba anteriormente vivía en villa de Leyva en una casa campestre y ya era costumbre que jugará con los perros de la casa del vecino. Ese día Yak entró en el terreno del vecino y este sin más ni menos se paró de la mesa donde se encontraba sentado —según su propio testimonio—, sacó su arma y nos mató al perro.
Seguido a esto se hizo un llamado a la policía para poder tomar acciones legales. Cuando llegaron se dieron cuenta que el señor José Antonio Salazar, propietario de la casa Zaquenzipa, ubicada en la vereda Roble Alto, es según él "exmagistrado" de la Corte Suprema de Justicia y al llegar la policía parecían conocerse. Sumado a todo esto los policías realizaron el procedimiento con muchas irregularidades, tomaron la declaración del asesino en su casa, en privado y además al salir de la casa de este señor informan que él estaba en todo su derecho porque el animal estaba en la tierra de él.
Ahora bien, quienes me conocen entenderán que en esta situación me pregunto, ¿por qué a un asesino lo dejan libre sin más ni menos? Una persona que está armada claramente el encierro por la cuarentena lo debe estar desestabilizando mentalmente.
Les cuento que ya se están haciendo las respectivas denuncias, sin embargo, los sentimientos negativos se desbordan ante esta situación. La ira, la impotencia de no poder hacer nada, la ganas de hacer que ese señor pague de alguna manera. Por el momento lo único que puedo hacer es pedirles ayuda a las personas que se hayan tomado la molestia de leer esto de compartirlo lo que más puedan en sus redes, en los grupos que conozcan. Si alguien nos puede brindar información jurídica estaríamos muy agradecidos de parte de toda la familia.