Y a pocas horas de la cita mundialista en Brasil el espíritu futbolero está exacerbado y los favoritismos a tope.
Al hablar de “Maracanazo 3D" voy a hacer referencia a tres detalles que podrían dar al traste con un anhelado campeonato mundial de la verde-amarela en Brasil 2014. Asuntos relacionados con lo intra y extra futbolístico.
1D. Favoritismo: algunos especialistas y seguidores de Brasil hablan como en pocas oportunidades que los “cariocas” son los favoritos en primer plano. Y secundarios otros históricos como Alemania, España, Argentina o Italia.
Pero como los jugadores brasileños antes que tener virtudes, dinero y fama, son seres humanos, el favoritismo puede pesar. En pocas palabras, puede alterar los nervios y temblarían las costosas piernas de los deportistas.
Algunos hacen referencia a que el favoritismo es tal para Brasil que los árbitros les ayudarán. Puede ser. La FIFA ha estado envuelta en escándalos por corrupción. Entonces no sería raro.
2D. Entorno socio – político: en este país están pasando situaciones extra futbolísticas que los pueden afectar. Un contexto social de manifestaciones en donde cuestionan que tanto dinero para un mundial y continúa la desigualdad y el hambre en muchos sectores de este gigante suramericano.
Claro hay personas y movimientos que aprovechan el proceso de inconformismo para generar caos, los opositores al gobierno de Dilma Rousseff, los delincuentes y los que realmente sienten que sus derechos son vulnerados y acuden a la protesta como mecanismo válido para expresarse. Pero imagínense donde el día de la inauguración, del partido con Croacia ocurra algo, esto puede ser un detonante anímico para los jugadores. Hay seguridad, pero es que para generar pánico no hay que hacer mucho.
3D. Lo futbolístico: los locales le apostaron a lo seguro con un DT excampeón mundial (Corea – Japón 2002) como Luiz Felipe Scolari. En dado caso, de no obtener la sexta corona para ellos sería una catástrofe. Y la apuesta por un viejo conocido quedaría sin peso.
Ahora por más experiencia que tengan los jugadores brasileños. La presión es grande. Hay un sector que no le convence el planteamiento de Scolari. Para algunos es un onceno fuerte en defensa, pero que ofensiva y colectivamente deja dudas.
Y si las estrellas no se iluminan…
La incertidumbre en cierta forma se vio en el más reciente encuentro con Serbia. Un onceno que ofensivamente dependía en exceso de las individualidades como Neimar, William, Hulk. Al no tener un esquema colectivo, esperar solamente una carta salvadora de sus talentos es un riesgo porque las figuras pueden tener un mal día y hacer un papelón. Eso se ha visto.
A otros no los convence mucho el argumento de que Brasil no iba a mostrar todas sus cartas en un juego preparatorio. Porque con la categoría de los “tetracampeones” la goleada a Panamá, no se puede tomar como referencia.
El miedo de otro “maracanazo”, no necesariamente originado por Uruguay, los puede afectar. Mediáticamente los otros rivales para quitarse presión, medios de comunicación, hinchas y demás le dan todo el favoritismo. Qué pasaría si empatan o pierden con Croacia. ¿Será el inicio de una debacle?.
Y como factores internos y externos entre manifestaciones, presión psicológica y baja en el rendimiento futbolístico hacen parte de este deporte, no sería raro que la amarela quede muy verde.