Los colombianos no hemos visto el aporte de las Cajas de Compensación Familiar, CCF, a esta crisis generada por el Covid-19. Se supone que son empresas sociales, sin ánimo de lucro, que se crearon para redistribuir el ingreso y generar bienestar para los trabajadores.
Para el año 2018, reportaron ingresos por más de $18 billones de pesos, entre ingresos de supermercados, droguerías, turismo; de esos ingresos, mas de $7 billones corresponden al generado por los aportes del 4% del salario de los trabajadores, que es el parafiscal que deben asumir los empresarios. Y en este momento de incertidumbre económica y laboral, en la que la mayoría de empresas buscan cómo recortar gastos para no tener que recurrir a despidos masivos y buscar que sus trabajadores se bajen el sueldo, o salgan de vacaciones, etc., las CCF debieran estar precisamente haciendo su aporte a la sociedad, o revirtiendo todo lo que reciben en ganancias a quienes hacen posible su existencia.
Por qué sí se ven manifestaciones de solidaridad, como por ejemplo de las licoreras departamentales, o de Bavaria, que decidieron dejar de producir el licor con el que generan sus utilidades, para fabricar gel antibacterial y alcohol antiséptico para donarlo a las secretarias de salud o instituciones hospitalarias; o empresas fabricantes de moda, que han convertido sus talleres para elaborar tapabocas y batas hospitalarias; donaciones de un día de salario de algunos funcionarios públicos; cesión de espacios como los de la Cámara de Comercio de Bogotá para adecuación de atención de contagiados con el COVID-19; condonación en pago de servicios, etc.
Si las CCF tienen manejo de dineros públicos, que no les pertenecen y que son para generar bienestar, por qué no han demostrado su capacidad y deber social con el gobierno nacional y regional: cuentan con clínicas, hoteles, centros de convenciones y espacios que pueden dejar a disposición del gobierno. O al menos se debería permitir a los empresarios el no pago de este aporte del 4% por dos o tres meses y así apoyar a que se mantengan los niveles de empleo y se garantice que el desempleo en Colombia no se dispare por esta crisis.
Es momento de intervenir y de apoyar a los empresarios a rediseñar sus contrataciones y pagos de parafiscales para que se pueda recuperar de manera rápida la economía, luego de este caos en el que quedarán sumergidos los mercados.
