El papel de los evangélicos en la campaña presidencial

El papel de los evangélicos en la campaña presidencial

Por: Halinisky Sanchez Meneses
junio 09, 2014
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.
El papel de los evangélicos en la campaña presidencial

En época electoral no es raro que los aspirantes a cargos de elección popular quieran ganarse el respaldo de la feligresía evangélica, ya que nosotros los cristianos en Colombia según las estadísticas oficiales somos la no despreciable suma de dos millones d0y7hjoscientos Mil, cifra suficiente para inclinar una balanza electoral, en un país donde más del 50% no acude a las urnas.

El 15 de junio de 2014 se define la presidencia de la república, se la disputan los centro derechistas Juan Manuel Santos y Oscar Iván Zuluaga, el primero presidente en ejercicio, quien representa la tradicional élite bogotana que por decenios ha gobernado el país, el segundo representa la élite rural terrateniente de la periferia del país, el modelo económico que defienden es de talante neoliberal del consenso de Washington, que promueve el libre mercado, la reducción del Estado, y la deslaboralización de las relaciones de trabajo, su única diferencia de fondo se relaciona con la concepción del conflicto que históricamente ha afectado el país, para Santos en Colombia hay un conflicto armado y negocia con las Farc un desarme de este grupo terrorista, un desarme fundado en los principios de verdad, justicia transicional, reparación a las víctimas y garantías de no repetición, a su vez que Zuluaga propende más por una salida militar que impliqué el exterminio de las Farc, no descarta el desarme de los terroristas pero desde la perspectiva de la rendición y el sometimiento.

Los diversos grupos o denominaciones evangélicas no han sido ajenas a la polarización de estas opciones políticas, bien sea respaldando al Doctor Oscar Iván Zuluaga o bien apoyando las políticas del Presidente Santos.

Por un lado tenemos a la Misión Carismática Internacional en cabeza de su líder Cesar Castellanos quienes ha convertido su organización en un soporte de la campaña del Doctor Zuluaga, también la Señora María Luisa Piraquive líder de la denominación Iglesia Ministerial de Jesucristo invito a los miembros de su organización a cerrar filas a favor del Zuluaga, y como si fuera poco, un reconocido pastor que responde al nombre de Jorge Trujillo Sarmiento, líder de la Iglesia Casa de Reino, invito a no votar por Santos pues según el ministro espiritual el presidente “consagro” el país a ritos satánicos de indígenas de la sierra nevada de Santa Marta.

Pero eso no es todo, tenemos por otro lado a la senadora electa Viviane Morales, miembro activa de la Iglesia Casa Sobre la Roca liderada por el Reverendo Darío Silva Silva quien se ha propuesto a través de las redes sociales vendernos a los colombianos la figura del presidente Santos como un “autentico” y “genuino” cristiano, uno que no apoya temas sensibles para los evangélicos como el aborto, el matrimonio entre personas del mismo sexo y la eutanasia, simplemente que el respeta las decisiones del poder judicial respecto de estos asuntos.

Ante este panorama es pertinente preguntarnos ¿Quiénes son los evangélicos? que tan llamativos e importantes resultan para épocas electorales.

Para los marxistas y la izquierda en general los evangélicos son idiotas útiles de la Cia, títeres del imperio Yanqui que con el discurso cristiano pretenden obnubilar a los pobres de su la lucha revolucionaria, un enemigo peligroso que adormece a la clase obrera de sus verdaderos problemas, que consuela sus angustias con la esperanza de un reino perfecto en la otra vida, cuando el reino comunista es “aquí y ahora”, esa visión explica los cientos de miles de pastores que son asesinados por la extrema izquierda armada a lo largo y ancho de la geografía nacional.

Por otro lado tenemos a la derecha, que no se pone de acuerdo respecto de los evangélicos, pues para un sector de esta población de corte ateo los evangélicos no son más que ignorantes, que ante la ausencia de conocimiento científico se fabrican unas creencias para explicar el universo a su vez que intentan consolar sus angustias existenciales, otro sector derechista de corte católico ve a los evangélicos como personas despreciables que ponen en tela de juicio la cosmovisión hispano-feudal de la iglesia romana, mayoritaria en el país.

No podemos pasar por alto un sector de la población también de derecha que es indiferente respecto de los evangélicos, y los consideran una minoría más como la de los lgtb, los gitanos, los judíos y los musulmanes que libremente pueden expresar sus creencias en una sociedad democrática.

Pero nosotros los evangélicos, no somos ni títeres del imperio yanqui, ni enemigos de los reclamos sociales de la izquierda, y mucho menos débiles mentales que fundamentamos nuestras creencias en mitos y leyendas sin sustentos histórico o científico, de hecho los más importantes científicos de la historia fueron devotos evangélicos, como por ejemplo Stephenson, Watt, Fulton, Franklin, Newton, Harvey, Leibniz, Jenner, Froebel y Pestalozzi, Edinson entre otros.

A nadie pareciera importarle que en el siglo XX murieran 45 millones de cristianos evangélicos a manos de musulmanes y comunistas, un holocausto invisible más grande y horroroso que el holocausto judío de la Alemania Nazi.

Los cristianos evangélicos nos consideramos embajadores del reino celestial de JESUCRISTO, creemos que el judío carpintero que murió en la cruz romana en el siglo primero es quien dijo ser, el hijo del único DIOS verdadero, el resucitado, el redentor de la humanidad, una humanidad degrada por el pecado, el pecado que no es otra cosa que la rebelión voluntaria del género humano contra su creador que es un DIOS, justo, autor de la historia y quien vendrá a juzgar a vivos y muertos según sus obras.

En eso creemos, simple y llanamente tratamos de persuadir a través de la exposición de las sagradas escrituras el origen del universo, la realidad de DIOS, la posibilidad de la redención humana a través de la obra del hijo de DIOS y el juicio final.

El cristianismo mayoritario en Colombia es de corte católico, producto de casi quinientos años de colonización, el catolicísimo de hecho llego a ser la religión oficial de nuestro país hasta la constitución de 1991, el primer intento de promover una evangelización alternativa en el país, se da de la mano del Presidente Francisco de Paula Santander quien en 1825 trajo a Colombia a Diego Thompson, bautista escocés, para colaborar en un ambicioso proceso de alfabetización con base al método Lancasteriano.

En el siglo XX a finales de los años 40 varias misiones evangélicas Norteamericanas recorrieron el país, bajo la persecución incesante de la religión oficial apoyada por las autoridades del Estado, esa segunda ola calo en las clases menos favorecidas del país y más en la región Caribe, de hecho el primer templo evangélico en Colombia se edificó en la Isla de San Andrés.

En los años 90 la minoría evangélica, adquiere un protagonismo inusitado en la Constituyente que se eligió en Colombia, de hecho el principio de la libertad de culto y la libertad conciencia reconocida en la Constitución de 1991 es fruto de la intervención de los evangélicos en la política.

Según la Agencia de Publicidad McCann-Erickson el paisaje de la espiritualidad en Colombia se resume así: “El 98 por ciento de los colombianos cree en Dios. El 66 por ciento se declara católico, el 4,6 por ciento evangélico, el 0,5 por ciento es protestante, el 0,09 por ciento es musulmán, mientras el 22,4 por ciento dice no profesar ninguna religión”

Los evangélicos, siempre incomprendidos, siempre perseguidos, antes por la religión oficial con la anuencia de las autoridades , hoy por los medios de comunicación y fundamentalistas laicos, pero nuestros peores enemigos no son quizá estos personajes, sino muchos que se autodenominan cristianos que se convierten en promotores de causas políticas que desdibujan nuestra tarea evangelizadora que consiste en anunciarle a nuestro pueblo que la revolución que este país necesita no es tanto política, sino espiritual, a menos que reconozcamos nuestro pecado y abracemos la salvación que nos ofrece JESUCRISTO, nuestro sueño de un mejor país seguirá siendo una triste utopía, estamos convencidos del hecho de que es inútil desmovilizarnos del fusil, si primero no nos desmovilizamos del corazón.

Los evangélicos somos la fe del libro, pues tratamos de ordenar nuestra vida de acuerdo a los postulados de la Biblia, y son precisamente esos postulados bíblicos los que nos ordenan a respetar a las autoridades, orar por ellas, colaborarles en sus funciones legítimas, pagar nuestros impuestos, no nos está permitido usar la violencia contra las autoridades, y solo desobedeceremos a la autoridad, cuando esta pretenda imponernos comportamientos o prácticas que vayan en contra de nuestros principios, como por ejemplo el medico cristiano al que se le ordena practicar un aborto porque eso es un derecho según la Corte Constitucional, o por ejemplo casar a personas del mismo sexo cuando el funcionario es cristiano, gracias a DIOS tenemos la posibilidad de la objeción de conciencia.

Es inaceptable que hombres y mujeres proclamados evangélicos, se presten para usar su influencia espiritual no en la propagación del mensaje cristiano sino en la manipulación de la feligresía para que favorezcan intereses políticos, la señora Viviana Morales, el Señor Cesar Castellanos, María Luisa Piraquive, y Jorge Trujillo no representan el genuino cristianismo evangélico, no representan al DIOS encarnado que nos dijo: “Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían...; pero mi reino no es de aquí .”

Pero a estos líderes espirituales, pareciera que les gusta y mucho este mundo y sus intrigas políticas, tomando partido en contravía de nuestro propósito y misión, pero si a ellos se les olvida su propósito y misión y se han puesto al servicio de campañas políticas, a nosotros no se nos olvida que hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros que…Llevados por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas

Nosotros los evangélicos estamos en desacuerdo con el aborto, el matrimonio entre personas del mismo sexo, y la eutanasia, pero no crea ningún candidato y ningún líder religioso, que por el simple hecho de que abrasen esa banderas ya como ovejas que van al matadero votaremos por ellos, pues así como condenamos esas prácticas, estamos también llamados a condenar la injusticia social, la explotación laboral, y la corrupción en la administración de los recursos públicos, a nuestro DIOS el DIOS de la Biblia le ofende tanto el aborto, como el que se mueran las personas en la puerta de los hospitales, le ofende la práctica generalizada del homosexualismo, del mismo modo como le ofende que disfracen jóvenes de guerrilleros y los asesinen vilmente como paso aquí, nuestra fe no acepta que secuestren
y extorsionen a un empresario, como tampoco aceptara jamás que le roben las horas extras a los trabajadores, a nuestro DIOS son aborrecibles por igual los crímenes de los guerrilleros como el de los paramilitares, nuestro DIOS tiene un solo rasero para medir, rasero con el que medirá sin duda a quienes hoy usan la fe para presionar al pueblo evangélico, desconociendo que nuestro SEÑOR nos hizo verdaderamente libres, si óigase bien, libres, libres de votar sin injerencias o manipulaciones desde el púlpito.

Sigue a Las2orillas.co en Google News
-.
0
Nota Ciudadana
Caricatura: Bogotá bajo el agua

Caricatura: Bogotá bajo el agua

Nota Ciudadana
Caricatura: Niños vulnerables en la red

Caricatura: Niños vulnerables en la red

Los comentarios son realizados por los usuarios del portal y no representan la opinión ni el pensamiento de Las2Orillas.CO
Lo invitamos a leer y a debatir de forma respetuosa.
-
comments powered by Disqus
--Publicidad--