Aunque desde el pasado miércoles la Gobernación del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina había decretado el cierre completo de las playas para prevenir la expansión del coronavirus, la gente seguía yendo y no se tomaba la medida en serio. Por eso, la Dirección General Marítima (Dimar) se puso a la tarea de hacer cumplir la orden.
El turismo en las islas llegó a unos mínimos históricos y hoy las playas de San Andrés están vacías. Además, las actividades en alta mar también se vieron frenadas, solo se permite la presencia de los pescadores, que cumplen una labor vital para el sustento de las islas.El toque de queda decretado desde el pasado 19 de marzo también obligó a la gente a mantenerse en las casas. Ahora la gente deberá permanecer en aislamiento obligatorio desde el próximo 24 de marzo hasta el 13 de abril.