Ante las medidas decretadas por parte de presidencia y las iniciativas locales de llevar a cabo simulacro de cuarentena, es indispensable notar lo que especifica un funcionario de salud chino quien hace hincapié en que al menos han de pasar 28 días sin que se den nuevos casos para que un área esté libre de brote, tiempo durante el cual el brote de indignación puede crecer ante las medidas a implementar.
Las medidas que se toman en Colombia no son nuevas dentro del brote, son más bien producto del aprendizaje que se ha dado durante este periodo de expansión del mismo, así el experto Bruce Aylward admira la forma como se han implementado medidas extraordinarias en China, medidas que recibieron muchas críticas cuando se implementaron por ser consideradas como autoritarias tal como la cuarentena y cierre de ciudades, que tuvieron que ponerse en marcha luego por otras naciones como Italia y ahora en Colombia, como proceso de contención del brote, que se ha mostrado como la mejor medida, contrario a lo que se expresa en los sistemas de salud en torno a que la enfermedad ha de alcanzar un máximo natural, tal como lo expresa el representante de la OMS Gauden Galea.
¿Qué sigue ahora? En febrero 24 el Washington Post destaca que las medidas de China frente al SARS llevaron a la puesta en marcha de nuevos laboratorios y un sistema nacional de notificación de enfermedades infecciosas, leyes nuevas acerca el control de enfermedades infecciosas y emergencias de salud pública, lo cual contempla más de 2800 jurisdicciones, un sistema diseñado para que se diera una respuesta rápida. Colombia ha de poner en marcha el sistema de respuesta rápida con el fin de evitar un rebrote de la enfermedad cuando se dé por finalizada la expansión de la enfermedad. Las críticas a China giran en torno a que guardó silencio por largo tiempo frente al mundo en torno a la aparición de la enfermedad atípica que se presentó en el país, hecho que permitió que el brote se exportara.
Que esta cuarentena en medio de la cuaresma nos lleve a una reflexión nacional en torno a nuestro modelo económico que por poco prima sobre la vida de la ciudadanía: un fortalecimiento y quizá cambio drástico en el sistema de salud colombiano, inyección de recursos que nos permita aprender no solo de esta circunstancia excepcional de pandemia, sino que permita reflejar que el sistema de salud es desigual, que en ciudades como la capital se puede llegar a tener actuaciones rápidas y alcance a los ciudadanos, pero que en los lugares más apartados y abandonados del territorio nacional, esta respuesta puede no llegar no solo en términos de salud, sino de seguridad y libertad para que la ciudadanía exprese su indignación, y otros hechos frente a los cuales las autoridades nacionales guardan silencio cómplice. Las medidas actuales traerán en materia microeconómica golpes fuertes a los ciudadanos que no dependen de un ingreso fijo, de esta manera es en materia macroeconómica donde se han de movilizar los recursos y las medidas para paliar la crisis con redistribución del ingreso hacia aquellos sectores más golpeados en medio de esta circunstancia.