Probablemente, Vladimir Putin dueño del poder político en Rusia desde el año 2000 se reelija como presidente en las elecciones del 2024 y nuevamente puede ser reelegido en las elecciones de 2036, para completar 36 años de gobierno consecutivos en la segunda potencia militar del mundo.
EL objetivo que Putin se ha trazado a lo largo de su carrera política ha sido el de devolver a la “grandeza” a la patria rusa, volver a los tiempos de antaño de la Unión Soviética y dominar el poder del país como los grandes líderes que han pasado por el Kremlin.
Su despliegue político para las reformas presentadas a finales del 2019, el cambio de gabinete y la obstaculización a la oposición han marcado esta nueva etapa en Rusia. El 22 de abril se votará en la Duma el programa de reformas constitucionales que se han presentado con el fin último de perpetuarse en el poder. Para esto Putin ha utilizado medidas populista, como el aumento del salario mínimo o ligar las pensiones al incremento de la inflación, medida vistas por la población rusa como positivas para mejorar su calidad de vida.
En materia militar el presidente hecho inversiones de gran alcance, para lograr una mayor hegemonía frente a sus vecinos (Europa y China), como también frente a un Estados Unidos cada vez más ausente del escenario internacional. Por otro lado, Putin ve como un objetivo el tener un mayor poder político internacional, protegiendo sus socios periféricos, caso de Cuba, Nicaragua, Siria y Venezuela.
La reelección indefinida que desea para sus intereses no es algo nuevo a nivel mundial. Si bien muchos líderes africanos, como otros latinoamericanos, caso de Venezuela, Cuba, Nicaragua, han hecho reformas para perpetrarse en el poder, esta es una medida que ha causado rechazo por los malos manejos políticos que se han dado en varios Estados, donde sus líderes después de culminar los periodos presidenciales, han sido condenados, exiliados o asesinados.
Sin embargo, el objetivo de Putin, si se analiza desde un punto de vista geopolítico es devolver a Rusia a ser lo que era antes de la Segunda Guerra Mundial: Una superpotencia política, económica y militar. El deseo del presidente es devolver la grandeza y el territorio de un país que cuenta con muchas dificultades geográficas para abrir su mercado. Por eso el objetivo de controlar Crimea estaba centrado en tener el control de un puerto de aguas cálidas y así utilizar esta vía marítima todo el año para la salida y llegada de mercancía por el Mar Negro. Ya que en gran parte del año los puertos rusos están congelados por las difíciles condiciones climáticas que se presentan en la zona donde están ubicados los mismos.
También Putin pretende ser un obstáculo para Estados Unidos en todos los continentes. Si bien es cierto que China ha tomado gran parte del liderazgo mundial en aspectos económicos, la alianza de Putin con Pekín y las buenas relaciones entre ambos gobiernos es algo que fastidia e incómoda de sobremanera a Washington D.C., quien en los últimos años ha visto como diferentes gobiernos cambian sus posturas, frente a los prestamos e inversiones que hace China en sus territorios.
La intervención de Putin en guerras civiles, como el caso de Siria, también se da para proteger sus intereses económicos, además de utilizar esta región como un punto de salida militar en caso de una intervención de un agente externo, que ponga en peligro la seguridad nacional de su país.
En definitiva, tendremos a Putin por un buen tiempo, lo cual hará más fascinante el análisis del Sistema Internacional.
