Nadie lo conoce ahora, sólo los que pasan los cincuenta años. Lo que nos llega son las leyendas y, gracias a la tecnología, esta antología de sus mejores atajadas en la Selección Colombia, de la que fue subcampeón de la Copa América de 1975 y la eliminatoria mundialista a México 1986, dirigido por Gabriel Ochoa Uribe. Si, mientras los jóvenes están convencidos que Calero, Mondragon, Cordoba y David Ospina son los mejores de nuestra historia. No saben lo que se perdieron.