Unos lloran al poeta, otros al teólogo y también hay quien llora al político, pero los más lloran al crisol de cualidades humanas que fue Ernesto Cardenal, que falleció el domingo en Managua a los 95 años de edad. Con aciertos y con errores, dedicó todas a ellas a una causa: la lucha por la libertad y la justicia, y fue por ello criticado y alabado a partes iguales.
Sacerdote y poeta, Ernesto Cardenal fue uno de los principales propagadores de la Teología de la Liberación en América Latina. Como político, siempre estuvo al lado de los pobres y de la revolución contra el orden establecido.
En su Nicaragua natal luchó contra Somoza y formó parte del gobierno sandinista, como ministro de cultura, en los años ochenta. El papa Juan Pablo II no se lo perdonó y le suspendió "a divinis", prohibiéndole el ejercicio ordinario de la potestad de su orden.
Décadas más tarde, el papa Francisco, que provenía del mismo mundo, lo absolvió de todas las censuras canónicas, y Ernesto Cardenal volvió a dar misa, casi en privado, pues estaba muy mayor. Sin embargo, siguió escribiendo con la misma pasión e intensidad y no dudó en condenar la represión de las protestas en Nicaragua por parte del gobierno sandinista de Daniel Ortega.
Como poeta recibió los galardones más prestigiosos de la lengua española: ganó el Premio Reina Sofía de Poesía (2012), el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda (2009), y la orden Legión de Honor en Grado de Oficial por el Gobierno de Francia (2013).
Su última obra, "Hijos de las estrellas", la publicó hace un año, cuando ya estaba muy debilitado por las idas y venidas al hospital.
Artículo originalmente publicado en Euronews en español con el título: Muere el teólogo y poeta nicaragüense Ernesto Cardenal a los 95 años de edad
