El cambio climático, la contaminación y la necesidad de salvar el planeta han hecho que aprender a reciclar sea tan importante como aprender a leer o a escribir en la educación de los niños. ¿Quieres saber cómo se enseña el reciclaje para niños?
Hay recuerdos de la infancia que son difíciles de olvidar, uno de ellos son los superhéroes que nos inspiraron o que admiramos cuando éramos pequeños. Para la generación que creció en la década de 1990 hubo un héroe particular, uno que más allá de salvar a una enamorada o a una ciudad, lo que quería era salvar el planeta de los cambios que este estaba sufriendo por la contaminación y la destrucción de la naturaleza. Al grito de “El poder es tuyo” el Capitán Planeta intentó crear una conciencia en los niños sobre cómo podíamos evitar la contaminación del agua, la contaminación del aire y la contaminación ambiental en general. Con las aventuras de este justiciero medioambiental muchos niños oyeron por primera vez palabras como reciclaje, reutilización o deforestación. Hoy, a lo largo del planeta, tanto gobiernos como varias ONG han seguido este ejemplo y han encontrado que una de las mejores formas para que los niños aprendan sobre reciclaje y no lo vean como algo aburrido es a través de historias.
Organizaciones como Oxfam Intermón han creado listas de cuentos infantiles en los que se explica todo sobre el reciclaje para niños. Personajes como el Capitán Verdemán, creado por la escritora Ellie Bethel y la ilustradora Alexandra Colombo, se han vuelto los mejores aliados para transmitir ideas que pueden ser complicadas para un niño como diferenciar los tipos de plástico o explicar la regla de las 3r (reducir, reutilizar y reciclar). A través de estos cuentos los niños también toman conciencia sobre la contaminación de la capa de ozono y los incentiva a ir en bicicleta al colegio o a separar los plásticos según el tipo o el color.
El portal web www.weareteachers.com tiene actividades donde enseña a los profesores cómo integrar temas que tienen que ver con el reciclaje y el buen uso de los plásticos en sus clases. Con juegos que implican actividad física buscan fomentar que los niños, por ejemplo, solo boten las botellas de plástico en determinadas canecas, que luego se transforman en un juego de destreza en el que todos tienen que ayudar a construir una especie de estructura (con materiales reciclables) que imita a las torres del famoso juego de jenga e ir quitando unos tubos hasta que las botellas caigan finalmente en las canecas de reciclaje. Así logran que los niños hagan actividad física mientras ayudan con tareas de reciclaje.
Los gobiernos también han aportado en este sentido. La agencia de protección ambiental de los Estados Unidos, EPA –por sus siglas en inglés– creó un videojuego que se llama Recycle City en el que los niños tienen que cumplir unas misiones en las que el objetivo pueden ser desde ahorrar energía, aprender a reciclar y reutilizar materiales como el plástico en la construcción de parques y juegos infantiles hasta ahorrar dinero en la casa al separar los residuos. Y como muchos niños también pasan bastante tiempo en los celulares hay apps como Go trash can Toss. Este videojuego consiste en organizar el cuarto, pero poniendo todo lo que está en desorden en la caneca plástica que corresponde. Para pasar de nivel tienen que poner la basura en las cuatro canecas para reciclaje; en la caneca verde tienen que poner todos los residuos biodegradables, en la caneca amarilla el papel, las botellas de plástico y vidrio, en la caneca azul los residuos no reciclables y en la caneca roja, que aparece en los niveles más avanzados, los residuos tóxicos.
En Colombia, ciudades como Bogotá, también han implementado planes para que los niños aprendan a reciclar en el colegio. La Uaesp, encargada de todo el tema de concientización sobre reciclaje en la capital, diseñó campañas para ir a los colegios y enseñar a reciclar desde los grados más pequeños hasta los más avanzados: “La pedagogía es clave en los temas relacionados con el reciclaje para niños. Dependiendo del curso en que estén, diseñamos campañas de mayor o menor complejidad. Hoy en día, hemos llevado estos programas a más de mil estudiantes en toda la ciudad”, dice Patricia Pinzón, subdirectora de aprovechamiento de la Uaesp. Ciudades en España, como Parla, también han adelantado programas en los colegios para que desde muy temprano los niños estén familiarizados con el reciclaje de botellas de plástico o los derivados del plástico. En la ciudad de Santa Fe, en Argentina, más de cuarenta colegios se unieron para recolectar tapas plásticas y botellas de plástico con el fin de reciclarlos y fomentar el uso responsable de estos productos.
Hasta empresas como Lego están llevando estos cambios a sus juguetes. Con el fin de hacer sus famosos bloques más amigables con el medio ambiente, quieren que el plástico de sus juguetes provenga mayoritariamente de botellas de pet recicladas. Así como se pueden construir naves espaciales, la juguetería danesa quiere que los niños construyan centros de reciclaje o turbinas eólicas que, dentro del juego, puedan generar energía real así sea a pequeña escala.