Leiderman Ortiz, el reconocido periodista por su valerosa lucha corta la corrupción y las mafias que rondan la política en Caucasia a través de su periódico La Verdad del Pueblo, tomó una arriesgada decisión: dejar la tribuna de las denuncias para intentar dar la pelea por su tierra como alcalde.
Investigaciones contra los narcotraficantes de Caucasia y extorsionistas vinculados a Los Rastrojos o Los Urabeños, como el caso del temible Jacinto Nicolás Fuentes, alias Don Leo, quien en 2013 le sacaba por lo menos el 10% a todos los mineros que extraían oro de la cuenca del Bajo Cauca Antioqueño, le han dado un reconocimiento no solo regional sino nacional. Denunció también cómo operaba, con nombres propios, la banda que extorsionaba a los comerciantes. Aunque don leo le puso precio a su cabeza, la exposición pública que hizo Leiderman de don Leo lo obligó a huir hacia el Perú, donde finalmente fue capturado por la Interpol gracias a la información que se había publicado en La Verdad del Pueblo. Casos como este le han costado cinco atentados, dos granadas lanzadas a su casa y otros tres intentos de asesinato por sicarios.
Faltaban pocos días para que se terminara el plazo de inscripciones de candidatos para las elecciones de octubre del 2019 cuando lo buscaron y le propusieron hacer una campaña avalada por el Partido de la U. Leiderman decidió jugársela a pesar de tener como su mayor contrincante el ya tres veces alcalde de Caucasia, José Nadín Arabia. Un cuestionado candidato por supuestos vínculos con paramilitares como ‘Cuco Vanoy’ o ‘Macaco’; su maquinaria parecía imbatible para repetir en el cargo. Leiderman consiguió apoyos inesperados y lo certo es que en tres meses le dio la vuelta a las elecciones y se impuso por más de 4.000 votos sobre Arabia.
Pero la dicha duró poco. En solo diez días al Tribunal Administrativo de Antioquia llegó una demanda por una supuesta inhabilidad que tenía Leiderman para presentarse como candidato a las elecciones. El 6 de noviembre las magistradas Beatriz Elena Jaramillo, Adriana Bernal y Gloria María Gómez aceptaron las pretensiones de la abogada Daniela González Meneses, quien presentó como su prueba reina el contrato CSMC-046-2018 que había firmado Leiderman con el municipio de Caucasia en noviembre de 2018, es decir, menos de un año antes de las votaciones. La demanda de González fue tan contundente que el Tribunal incluso aceptó la solicitud de unas medidas cautelares que suspendieron la elección de Leiderman como alcalde.
Efectivamente, Leiderman Ortiz sí había tenido la intención de ejecutar dicho contrato por un valor de $ 16.998.999 para realizar la gaceta del municipio. Sin embargo, cuando lo firmó encontró que los términos se los habían cambiado, y ya no se trataba de realizar una gaceta sino una revista, algo que aumentaba los costos y lo hacía perder plata. Ortiz sí firmó el contrato, según él, sin saber que las condiciones habían cambiado, pero cuando se dio cuenta del error, le hizo el reclamo al entonces secretario de Hacienda de Caucasia, Héctor Aníbal Salcedo, quien, para resolver el problema, rompió el contrato frente a Leiderman y le aseguró que lo mejor era volver a hacer otro que firmarían en febrero de 2019 por un nuevo monto. Leiderman quedó tranquilo con la decisión.
Sin embargo, ese mismo contrato que supuestamente no existe, apareció adjunto en la demanda y se convirtió en la prueba reina contra el alcalde electo, quien asegura que falsificaron su firma para enredarle la posesión. Tan seguro está Leiderman que se ha respaldado en las propias palabras del exsecretario Salcedo, quien le aseguró en una llamada que efectivamente ese contrato se había roto y no debía existir ninguna copia en la Alcaldía de Caucasia.
La gran pregunta que queda en el aire es por qué si el contrato fue roto, como lo asegura Leiderman Ortiz y lo confirma el exsecretario Salcedo existe una copia en la alcaldía, como se lo dijo la abogada Daniela González a Las2orillas.
Por sugerencia del jurídico de la alcaldía de Caucaisa, el mismo día que salió la demanda, Leiderman firmó la resciliación del contrato, una decisión que se volvió en su contra: ¿Si no existía ningún contrato, por qué había firmado un documento que lo anulaba?
Por su parte, Ortiz se ha mantenido en que falsificaron su firma para mostrar un contrato inexistente. Para probarlo, presentó el informe de un perito realizado por la Alianza Consultora Forense Corporativa, que realizó el análisis y concluyó que de manera preliminar “la firma como del señor Leiderman Ortiz Berrio vista en el contrato de suministro CSMC-046-2018, no es atribuible a Leiderman Ortiz Berrio, no hay uniprocedencia escritural”.
Con este análisis, Leiderman decidió denunciar penalmente a la abogada Daniela González por fraude procesal y falsedad en documento público. Sin embargo, todavía falta que la Fiscalía coteje las firmas.
La frustración de Leiderman Ortiz y sus electores es mayúscula. Había conseguido por fin transformar veinte años de denuncias contra la corrupción en la oportunidad de proponer cambios para su municipio y de nuevo fuerzas oscuras lograron atravesársele. La batalla no está perdida pero el camino para lograr su credencial de Alcalde no está fácil.