Las organizaciones campesinas, afrodescendientes e indígenas del sur del Cauca se declararon en alerta, luego de que se conociera el inicio de obras de construcción de una central hidroeléctrica entre los municipios de La Vega y La Sierra.
La obra pretende intervenir el cauce de los ríos Guachicono, Putis y San Jorge, así lo dio a conocer Oscar Salazar, líder del proceso campesino y popular de la Vega.
“Han diseñado una hidroeléctrica a filo de agua, mejor dicho, no es con represa sino que se desvía una parte del caudal del río. La licencia ambiental fue concedida a una empresa que le llama Gelec, desde el año 2003. Este proyecto no ha sido socializado con las comunidades”, indicó Salazar.
El Macizo colombiano que abarca los departamentos del Cauca, Huila y Nariño es considerada la estrella hídrica más importante del país por sus grandes reservorios de agua, razón por la cual, las organizaciones sociales del Cauca está en máxima alerta, pues este proyecto generaría un impacto ambiental irreversible.
El líder campesino de La Vega mencionó que en la revisión a la licencia ambiental concedida aparece que en la zona no hay ninguna actividad antrópica, “lo que significa que se desconoce la existencia de las comunidades que viven alrededor de los afluentes y que son quienes han cuidado este recurso durante años”.
Además, añadió que el río Putis es uno de los mayores afluentes de la Vega, el cual pasa por el corregimiento Santa Juana uno de las zonas más secas del Macizo, que cuenta con siete quebradas, las cuales también han sido entregas en concesión a la empresa minera, Carbo Andes.
Por otra parte, en esta zona del Cauca tienen paralizado un proceso de consulta popular el cual tiene el visto bueno del Tribunal del Contencioso Administrativo, “el problema fue que el Consejo Nacional Electoral dio la orden a las registradurias de suspender todos los procesos de consulta popular, nos están birlando un derecho”.
“Lo que se está haciendo en nuestro territorio es un crimen contra la humanidad, contra la sociedad de colombiana, teniendo en cuenta el nicho ambiental del que estamos hablando, pero la insensibilidad frente a esta problemática es triste, estamos hablando que un 80% del territorio del Macizo colombiano está en iniciando un proceso minero- energético y eso es un desgracia, porque es una actividad altamente agresiva contra lo cultural y ambiental, sin embargo los caucanos volteamos a mirar para otro lado como si con nosotros no fuera el problema”, concluyó el dirigente.