Los colombianos estamos viendo una campaña sicológica masiva. ¿Se acuerdan de las “radionovelas del Pentágono” para desmovilizar guerrilleros? Ahora lo que tenemos es una gran radionovela.
El mensaje de la campaña de Zuluaga, desde la “Z” del Zorro, es “Made in the Pentagon”. No nos equivoquemos: los gringos no quieren la paz para Colombia, nos quieren en guerra perpetua y que nos destruyamos, como han logrado que suceda ya en Irak, Líbano y Siria.
¿Alguien notó que la DEA y el Comando Sur se quedaron callados por completo ante la presunta hackeada de Sepúlveda, el director de medios de Zuluaga? ¿No sería más bien que a ellos nadie los estaba hackeando, sino que dirigían la hackeada y el mensaje de campaña?
Aquí cuatro de los grandes sofismas, tan útiles para el Pentágono:
1-La amenaza del “castro-chavismo”.
Chávez está muerto y Castro con un pie en la tumba. Están tratando de asustarnos con un fantasma, créanlo o no, fue la táctica de contrainsurgencia usada en Filipinas, allí fue un vampiro, ¡y les funcionó!
2-La “Farc-Santos”.
De nuevo la combinación de palabras, para asociar una cosa con otra que no va, slogans de guerra, los “weapons of mass destruction” que nunca existieron y que usaron para acabar con Irak y ejecutar a Sadam. En Colombia, ¡por arte de magia unen los opuestos!, o sea, que el que hace una negociación con su mayor enemigo, ¡resulta en verdad ser cómplice del mismo!
3-“Paz con impunidad”.
A los maestros de la impunidad, de los falsos positivos, de la Yidispolítica, del agro ingreso seguro, del genocidio y de la guerra, de repente les da un ataque de moral y ¡se vuelven más papistas que el Papa! Si no quisieran impunidad, deberían empezar ellos mismos por entregarse a la justicia, por falsos positivos, por espionaje y por traición a la patria. Con ellos, nunca habría habido paz en El Salvador, ni reconciliación en Sudáfrica, ¡porque no se puede negociar con el enemigo!
4-“Santos traidor”.
Traicionar a un capo es en la mafia uno de los peores actos que puede hacer un subordinado. No se perdona. La ley de la omertá, del silencio, significa romper la fidelidad a la mafia, y en este caso, el patrón Uribe, acusa de traidor a quien no guarda silencio ante sus crímenes.
No se trata solo de evitar la paz en Colombia, se trata además de continuar la guerra y de empezar futuras guerras. Los blancos ya están señalados: Venezuela, Ecuador y Nicaragua. Es la geopolítica del Pentágono. Es la muerte para los colombianos.