En conmemoración del 28 de mayo, Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres, INSTAMOS, una vez más al Estado colombiano, a que la salud sexual y salud reproductiva de las mujeres y las niñas en nuestro país, sea respetada, libre de violencia, opresión y discriminación. Y que el Estado colombiano se comprometa a desarrollar políticas acordes a las necesidades actuales de las mujeres en Colombia.
Son muchos los mecanismos, instrumentos, protocolos con los que el Sistema Interamericano, y el Sistema internacional de derechos humanos, cuentan para garantizar que los Estados respeten, garanticen los derechos fundamentales de sus habitantes y sancionen todas las acciones que violen dichos preceptos. Sin embargo, son pocas las personas, líderes sociales, organizaciones de la sociedad civil, que conocen los alcances y utilidades de dichos instrumentos, y son muchos los jueces de la república que en la aplicación de la norma no incorporan en el bloque de constitucionalidad, dichas normativas internacionales.
Es por esto, que la Casa de la Mujer, pretende, con este artículo, que las organizaciones de mujeres, especialmente, las de base, y el público en general, conozca uno de dichos instrumentos y uno muy importante en el trabajo de defensa de los derechos de las mujeres, y es, el “Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (CIPD)”, denominado
“Plataforma del Cairo”.
La Plataforma del Cairo, fue una conferencia que se realizó en 1994 en Egipto, en la ciudad de El Cairo (de ahí su nombre), la cual fue convocada por el Sistema
Internacional de Naciones Unidas, con el propósito de que los estados y la sociedad civil, en un mismo lugar, conversaran sobre las problemáticas de la población en el mundo. Llegaron mujeres y hombres de 179 países, quienes aprobaron dichos acuerdos y decidieron que tendrían un alcance de 20 años, es decir, formalmente, la Plataforma debería alcanzar sus objetivos en el año 2014.
Las organizaciones feministas, de mujeres, asistieron con un propósito: “que los derechos de las mujeres fueran incorporados en dichos acuerdos”; las feministas de la región de Latinoamérica concertaron una agenda que posicionarían y la cual se enfocaba en lograr que la salud sexual y la salud reproductiva de las mujeres fueran un asunto de derechos humanos, de autonomía y autodeterminación de las mujeres, sobre sus cuerpos. NO fue fácil la tarea. Los grupos fundamentalistas religiosos se opusieron para que temas como el aborto y el control de la fecundidad; entre otros, no fueran tomados en cuenta.
Pese las fuerzas opositoras, el movimiento de mujer logró que dentro de los acuerdos de la Plataforma estuvieran los siguientes asuntos: Libertad y autonomía de las mujeres sobre el derecho a decidir sobre su cuerpo, su sexualidad y especialmente sobre su reproducción.
• Derecho de las mujeres a la seguridad en el embarazo y el parto.
• El derecho de los/as jóvenes a desarrollar su potencial y el bienestar humano básico.
Sin duda, fue un logro el que la Plataforma reconociera que la salud sexual y la salud reproductiva, son parte inherente de la autodeterminación de las mujeres sobre sus cuerpos, además de separar las concepciones de la sexualidad ligada a la reproducción. Si durante estos 20 años que lleva la Plataforma, los estados logran avanzar en el reconocimiento y ejercicio de los derechos humanos básicos incluidos el derecho a la salud sexual y salud reproductiva, estaremos hablando de que las mujeres podrán acercarse a vivir una vida libre de violencias, sin opresión ni discriminación.
Proceso desde 1994 al 2014
Después de reunirse en El Cairo, las organizaciones convocadas por Naciones Unidas, se reúnen cada cinco años para evaluar los avances, obstáculos y resultados de los estados en la implementación de los acuerdos en El Cairo. Las más recientes reuniones han sido: Cairo+20 -Llevada a cabo en Montevideo- y otra reunión mundial en New York City. Desde 1994 hasta lo que se llama el Consenso de Montevideo sobre Población y Desarrollo, reconoce que el acceso universal a la salud y los derechos sexuales y reproductivos, así como la igualdad de género, son elementos esenciales para el desarrollo sostenible.
Varias organizaciones de mujeres presentes en la sesión celebraron el lenguaje progresista sobre la orientación sexual y la identidad de género, el compromiso de implementar la educación integral en sexualidad, el derecho al aborto seguro y legal, el acceso a la anticoncepción de emergencia, el reconocimiento tanto del trabajo no remunerado como de las desigualdades derivadas de la dispar distribución de la economía del cuidado y la importancia de los Estados laicos.
A pesar de estos avances y de vislumbrar en la región gobiernos progresistas y de vanguardia respecto a los derechos sexuales y derechos reproductivos, la creciente ola anti-derechos, grupos religiosos fundamentalistas y de extrema derecha, hacen que los logros tengan caminos de obstáculos para ser garantizados y que no se avance en el debate político y legal, para abordar la temática de la sexualidad y la reproducción ligada al desarrollo de los pueblos y de los Estados, y no continuar con la visión de que es asunto de unas poblaciones, de feministas o comunidades LGBTI. Todo este proceso, a lo largo de los 20 años, y los resultados obtenidos, no han sido gracias a los Estados participantes, ni a las Naciones Unidas; ha sido el arduo trabajo que las organizaciones de mujeres han hecho para promover los derechos sexuales y los derechos reproductivos en la región y en todo el mundo, como también el cuestionamiento que han hecho al sistema socio/sexual/patriarcal, a los impactos del modelo neoliberal en las mujeres y al sistema hegemónico del desarrollo.
Pero estamos en el 2014 y ahora ¿Qué? La decisión que se tomó es que los propósitos de la Plataforma Cairo+20 se incorporen a los Objetivos de Desarrollo del Milenio a 20156, y que debe abordar el empoderamiento de las mujeres en relación a los derechos sexuales y reproductivos tal y como se ha estipulado en la agenda Cairo+20. Es decir, acuerdos como dar a las mujeres las posibilidades de mejorar el acceso a servicios de educación y salud y el fomento del desarrollo de aptitudes profesionales y el empleo; planificación familiar al alcance de todas las personas en el año 2015; ampliación de los recursos del Estado para la implementación de políticas públicas en derechos sexuales y derechos reproductivos, acordes a los objetivos del milenio. Además, incluye objetivos en relación con la educación, especialmente de las niñas, y con el logro de una mayor reducción de los niveles de mortalidad infantil y maternoinfantil.
También se abordan cuestiones relacionadas con la población, el medio ambiente y las modalidades de consumo; la familia; la migración interna e internacional; la prevención y la lucha contra la pandemia del VIH/SIDA; la información, la educación y la comunicación, y la tecnología, la investigación y el desarrollo.
La Casa de la Mujer, participante en la Conferencia, y comprometida con el seguimiento al Estado en el cumplimiento de los acuerdos, insiste en que las organizaciones de mujeres, especialmente las de las regiones apartadas de nuestro territorio, que desde hace muchos años trabajan porque los derechos de las mujeres sean garantizados en nuestro país, deben conocer estos procesos políticos de incidencia internacional, acercarse a los grupos de trabajo que en el país lideran las reuniones y representaciones en los diversos espacios internacionales, e incidan no solo en los documentos que se presentan sino en dichos espacios de concertación.
28 de mayo, Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres