Un comunicado del Ministerio de Salud expresa que el presupuesto del sector para el 2020 fue aforado en $31,8 billones. Sin temor a equívocos se puede asegurar que jamás este estratégico sector ha venido manejando tan altos presupuestos, en contraste con el pésimo servicio, así haya aumentado la cobertura que las Empresas Promotoras de Salud (EPS) le prestan a los usuarios —nunca para ellas pacientes—, quienes sufren los vejámenes de "un paseo de la muerte" ya totalmente institucionalizado. En palabras del senador Jorge Robledo: "Ha dejado más muertos que todas las violencias. Más colombianos mueren cada día por males que la medicina puede curar".
Lo anterior es fácilmente demostrable con base en las mismas cifras oficiales del Ministerio de Salud, según el estudio Análisis de Situación de Salud (ASIS) Colombia. Dirección de Epidemiología y Demografía, junio de 2019, que se nutre del Registro Especial de Prestadores de Servicios de Salud, que a abril de 2019 reveló 18.819 Instituciones Prestadoras de Salud (IPS). De ellas solo el 19,4 % (3.646) eran públicas, 80,4 % (15.151) privadas y 0,1 % mixtas; aún más grave, las privadas se encuentran concentradas en tres entes territoriales: el 53 % se concentra en Bogotá D.C, el 18,2 % en Antioquia y el 11,4 % en Valle del Cauca, o sea, donde está "la carne magra del mercado de la salud".
Dice el estudio: “La afiliación tiene una tendencia creciente desde 1993, pues entre 2005 y 2017 la de trabajadores superó el 90 %, al pasar de 5.104.050 en 2005 a 9.788.843 en 2017. Entre 1994 y abril del 2018 se han registrado un acumulado de 153.770.288 trabajadores vinculados, de los cuales el 97,28 % (149.581.910) son dependientes y el 2,27 % (4.188.378) son independientes". Llama la atención que "la afiliación de los independientes muestra una tendencia creciente, al pasar de 0,03 % (1.350) en 2014 a 8,53 % (897.069) en 2017... Para 2017, Colombia cuenta con 21 médicos, 13 enfermeras, 10 odontólogos, 5 bacteriólogos, 2,4 fonoaudiólogos, 2,2 instrumentistas quirúrgicos y 1,6 nutricionistas por cada 10.000 habitantes”.
Según el estudio, a abril de 2019 Colombia disponía de 8.131 camas de cuidado intermedio e intensivo distribuidas por modalidad: adultos con el 23,0 %, obstetricia: 19,1 %, pediátrica: 8,8 %, intermedio adulto: 6,1 %, intensivo adulto: 5,5 % e intermedio neonatal: 4,0 %, intensivo neonatal: 3,8 %, básico neonatal: 3,2 % e intermedio pediátrico: 2,8 %. El estudio también concluye que: "entre 2005 y 2017 en Colombia se produjeron en promedio 203.742 defunciones no fetales anuales. El acumulado entrega 56,59 % (1.498.743) de las muertes en los hombres y el restante 43,41 % (1.149.906) en las mujeres... Entre 2005 y 2017 la tasa de mortalidad ha oscilado entre 369 y 645 muertes por cada 100.000 personas".
Los aportes que hacen los trabajadores, pensionados y empleadores en el régimen contributivo y el Estado en el régimen subsidiado terminan en un barril sin fondo, que la Ley 100 de 1993 y las demás que la han reglamentado le han adjudicado al sector privado o EPS, en un negociado que arrebata la vida, no solo a los "despersonalizados clientes”, sino a los maltratados trabajadores del sector, víctimas del pago atrasado y la desregularización laboral. ¡Los paros y las cacerolas son los únicos instrumentos que obligarán a derogar este sistema criminal de salud!
