Ad portas de terminar el último plazo concedido al Concesionario Vías de las Américas S.A.S, las comunidades de los municipios de Santa Rosa del Sur, Simití, San Pablo y Cantagallo continuarán incomunicadas por vía terrestre.
La razón, como ya se ha explicado en artículos anteriores, es la supresión del tramo Cantagallo-Yondó por parte del concesionario, aduciendo negación de la licencia ambiental, cuando está comprobado que fue una jugada del mismo para omitir este tramo que no le generaba la misma rentabilidad que obtiene al ejecutar los recursos en otros departamentos donde finalmente se llevaron el dinero que estaba asignado a este tramo del proyecto (ver: ¿El concesionario Vías de las Américas SAS realmente quiere hacer la vía Cantagallo-Yondó?).
El desinterés de los anteriores mandatarios municipales colaboró para que los recursos salieran de la región y fueran a parar a otros departamentos. Algunos de los exalcaldes, con intereses particulares, pedían que no se ejecutara el tramo Cantagallo-Yondó y que a cambio se construyera un nuevo puente entre San Pablo y La Curumuta.
El puente entre San Pablo y La Curumuta ha sido promesa de campaña de diferentes políticos que solo se acuerdan de la región en épocas electorales, tales como Dumek Turbay (exgobernador), Lidio García (presidente actual del Senado) y Álvaro Uribe Vélez (en las pasadas elecciones el senador). Hacer este puente costaría aproximadamente 130 mil millones de pesos y el plazo de ejecución sería de mínimo 3 años, sin contar el tiempo de los estudios y diseños, más lo que se demoren en asignar los recursos.
Es por ello que haberle negado a las comunidades la oportunidad de tener por fin comunicación terrestre con el resto del país es imperdonable. La vía Cantagallo-Yondó estaba diseñada y con el presupuesto de ejecución, pero todos se durmieron y finalmente el concesionario se llevó los recursos para otros departamentos.
Cuando se construyó el puente Barrancabermeja-Yondó sobre el río Magdalena se hizo con el fin de comunicar el sur de Bolívar con el resto del país. Es por ello que las alcaldías de los municipios de la zona aportaron recursos para la construcción de los accesos a este puente.
Mientras no se termine el proyecto vial hasta Yondó seguiremos expuestos a los riesgos de pasar los vehículos en ferry y los tiempos de espera para pasar que un lado a otro que en promedio son de 3 horas y solo en horario diurno.
Quedamos en manos de la voluntad de los nuevos mandatarios municipales para ver si gestionan ante las entidades del Estado la terminación del proyecto hasta Yondó y contribuir así con el desarrollo de nuestra querida región, aunque la opción mas efectiva es la protesta social de todas las comunidades afectadas para exigir al estado la terminación del proyecto.