Actualmente 1.475 niñas, niños y adultos de las comunidades de la Región Caribe que están asociados en grupos de hasta 19 personas son participes del proyecto denominado “Grupos Autogestionados de Ahorro y Crédito” que desarrolla la Fundación Plan.
Nieves Ramos es una mujer emprendedora habitante del municipio de Turbaco, quien después de ensayar por mucho tiempo con una y otra cosas identificó en el ahorro es una de las posibilidad para mejorar la situación económica de su familia. Ella tiene dos hijos y vive con su esposo en un sector muy deprimido de esta comunidad bolivarense.
La historia se remonta dos años atrás, cuando Nieves fue visitada por una funcionaria de la Fundación Plan quien le comentó sobre el proyecto “Grupos Autogestionados de Ahorro y Crédito Local” – GAAC-, una iniciativa implementada en todo el país que incita a las niñas, niños, madres y padres a ahorrar, una costumbre que se había perdido en muchas zonas vulnerables de Colombia, en especial en los núcleos familiares donde apenas logran conseguir para el sustento diario.
El proyecto GAAC- se implementa con éxito en muchos municipios y ciudades del país por parte de la Fundación Plan con familias y grupos que ven en el ahorro la posibilidad de conseguir cosas que les ha sido muy difíciles de lograr. Para Nieves esta idea fue nueva y generó en ella un hábito que no tenía.
Es así que nace el equipo comunitario y participativo del Paraíso ECOPAR, un fondo común de ahorro al que Nieves pertenece y que junto con otras 18 personas entre vecinas y amigas, decidieron conformar. Allí también se sumaron los hombres de la comunidad y semanalmente han decidido convocarse para dar el ahorro, éste se realiza a través de la compra de acciones, cuyo valor unitario es establecido por cada grupo. Al cabo de un año, se devuelven los dineros recolectados junto con los intereses generados por los préstamos que ellos y ellas han decidido hacer a la comunidad.
Según Shirley Navarro Pérez, Gerente de la Fundación Plan en la Región Caribe, “lo primero que se lleva a cabo para la conformación de un grupo autogestionador de ahorro y crédito local es la sensibilización de cada comunidad con el fin de mostrar las ventajas de esta iniciativa, luego los interesados en conformar un grupo se inscriben y le ponen un nombre al mismo, establecen unas reglas, crean una Junta Directiva donde se elige un presidente, el registrador, portadores de caja y un tesorero, luego empiezan a ahorrar”.
Recogen lo que siembran
500 mil pesos, ese fue el dinero que Nieves logró recibir al finalizar su primer ciclo en el grupo de ahorro, dinero que le sirvió para comprar algunas cosas que necesitaba en su hogar y apoyar a su familia. Ella junto con sus compañeros, han hecho del ahorro una costumbre que ya va por su segundo ciclo y que les ha permitido incrementar su capacidad económica a la vez que aprenden a desarrollar alternativas para mejorar sus condiciones de vida.
"Me siento muy contenta, porque ahora veo en el ahorro una oportunidad para poder acceder a algunas cosas que antes no tenía la posibilidad de comprar. Cuando recibo el capital que junté en el año, lo primero que hago es pensar en lo que hace falta en mi hogar y a mi familia”, aseguró Nieves.
Esta mujer combina sus jornadas entre atender a su familia y un pequeño negocio de jugos naturales y productos de consumo cotidiano que tiene en su casa, el capital lo obtuvo luego de entrar a su grupo de ahorro y así ha logrado apoyar económicamente a su hogar.
“A mí me gusta trabajar mucho por mi comunidad, no me quedo quieta y siempre estoy pendiente de mis vecinos para ver cuáles son las cosas que hay que hacer para que nuestro sector progrese. Todos estos proyectos me parecen una oportunidad para integrarnos y mejorar”, expresó esta madre ahorradora.
Este proyecto se ha convertido en una cultura que posibilita a las comunidades materializar sus sueños y generar en ellas y ellos una costumbre que les permite organizar sus ingresos y priorizar el consumo. Una práctica de ahorro que es por excelencia la mejor carta de presentación frente a una entidad financiera.
En Bolívar, la primera comunidad en empezar a implementar esta iniciativa fue Malagana, y ya hay otros grupos en Gambote, Arjona, Sincerín, Turbaco, Turbana, Villanueva, Santa Rosa y en muchos barrios de Cartagena.
“En Sincelejo también hay grupos que ven en el ahorro una posibilidad de mejorar sus condiciones de vida. En esta segunda fase se aspira llegar a establecer muchos más grupos en toda la región, pero la idea es que quienes quieran aplicar esta cultura del ahorro de forma organizada lo hagan”, puntualizó Navarro Pérez.
