El 20 de diciembre pasado Gorky Muñoz Calderón se posesionó oficialmente como el onceavo alcalde de elección popular de Neiva, la ciudad capital del Huila, una ciudad llana y anclada entre cordilleras, con un calor macondiano que derrite la suela de los zapatos y hace que uno se pueda bañar con el sudor.
En alguna visión que se plasmó para el departamento del Huila se hablaba de una región “donde florecen los sueños de todos”. Y sí, aquí se pueden lograr los sueños… Hay que creer en que sí se pueden abonar, pueden florecer y recoger el fruto al lograrlos. Pues bien, el nuevo alcalde de los neivanos soñó desde niño que podía ser alcalde y no perdió el objetivo de serlo en ese camino de sacrificios que tuvo que pasar. Porque si algo caracteriza a este nuevo alcalde es que nada lo ha tenido en bandeja de plata. A los 14 años dejó de estudiar para trabajar como obrero de construcción y ayudar al sostenimiento de su familia, y se convirtió en “maestro de construcción”, un diploma que se logra a punta de la experiencia empírica demostrada. Esa experiencia en el ramo de la construcción le sirvió como escuela para adelantar proyectos de construcción asociativos, autogestionados y a bajo costo para los propietarios finales, como uno que logró hacer realidad: el barrio Fronteras del Milenio, ubicado en la comuna seis de Neiva. Esa causa de procurar que la gente pueda autogestionar su propia casa fue el motor de su carrera política y que lo llevó a ocupar en dos periodos una destacada curul en el Concejo de Neiva, en el año 2003 fue elegido como “Concejal visible”, y lo impulsó a seguir superándose en lo personal para mejorar su desempeño político, pues terminó su bachillerato, obtuvo un título como Técnico en Administración de Negocios y otro en Administración Pública.
Este maestro de obra continuó el camino hacia su sueño y en el año 2015 se lanzó a la alcaldía de Neiva, quedó en segundo lugar con un importante respaldo de más de 54 mil votos, no desfalleció en alcanzar el sueño de ser alcalde y en este año fue elegido con más de 64 mil votos. Y por supuesto, un sueño como estos necesita del apoyo de gente cercana y de la misma ciudadanía, es un sueño que requiere de una “complicidad colectiva”. Uno de los hombres claves en este proceso fue José Paúl Azuero, nuevo asesor de despacho, quien ideó la estrategia de “Ágora Ciudadana” como un espacio de encuentro comunitario en el cual se escuchó a la comunidad para que fuera participe en la construcción del programa de gobierno Primero Neiva, un mandato ciudadano. Y para demostrar que en verdad esta propuesta de gobierno era diversa, por ejemplo para “el posconflicto, para la paz, más afro”…nombró a una exguerrillera como jefe de la Oficina de Paz y Derechos humanos y a Giovanny Córdoba Rodríguez como secretario de educación, quien fue representante de comunidades afro en los diálogos de La Habana y tiene sus propios méritos profesionales y académicos para ejercer el cargo.
Y si algo se le pide a los políticos es que no pierdan la humildad en sus triunfos, sobre todo porque estos son colectivos y no se logran solos, y que en verdad demuestren amor por su tierra. El señor Gorky Muñoz Calderón quiso demostrar estas dos condiciones en su posesión: se posesionó con el casco de obrero puesto y luciendo el traje de sanjuanero. Con el casco demostró que no ha perdido su humildad, pues dijo que “soy maestro de obra y su nuevo alcalde. Uno es lo que es, nuestra esencia es ser nosotros”, y con el traje del sanjuanero, que exigió que también lo luciera cada uno de los miembros de su gabinete, demostró el amor que hay que tenerle a la tierrita.
Finalmente el sueño se hizo realidad: un maestro de obra que con sacrificio y humildad se convirtió en alcalde de Neiva. Una ciudad con potencial para ser la estrella del sur colombiano.
