Riohacha, Mayo de 2014
En una tarde salí a caminar con mi hijo de la mano, buscando un poco de distracción, anhelando hacer algo diferente y descansar un poco de la monotonía del día a día; cuando entrando a la calle primera de mi Riohacha me recibió ese abrazo agradable del nordeste, ese viento de temperatura y velocidad agradable que parece graduado por Dios, para entregarlo a esta tierra como parte de sus bendiciones y, me atrevo a decirlo porque en los pocos o muchos lugares en los que se me ha permitido estar no he sentido algo igual; esa tranquilidad consentidora que solo el nordeste nos brinda, es como la caricia tierna de una abuela amando a su nieto, es como que si todo lo negativo saliera de ti con solo suspirar. Al ingresar a la arena de la playa, mi hijo no pierde oportunidad de correr y disfrutar del momento y juega con la arena, yo me senté a observar el ir y venir de las olas, cuando a lo lejos vi una hoja de periódico ser arrastrada por el viento y pensé, “irresponsables, se les hace difícil colocar la basura en su lugar” me levante y me coloqué en medio del recorrido de la hoja y obstaculicé su avance, al tomarla se me ocurrió leer y la sorpresa fue, que era la página de la noticia de 27 niños wayuu fallecidos por estos tiempos y de otros que fallecieron por desnutrición en el 2013. Eso fue como un llamado de atención profundo; como un “hey no nos olvides”.
Me detuve en el tiempo y observando a mi hijo jugar, recordé una frase que mencionaba un amigo venezolano “cuando somos padres los demás niños pasan a ser hijos nuestros”, y esos niños que murieron por desnutrición eran mis hijos, hijos de cada padre sobre esta tierra y que hasta antes del 6 de abril de 2014, no se hablaba debidamente del tema y menos cuando los medios de comunicación no le dieron la importancia que merecía en su momento. Solo esperaba, que en algún momento con estos niños y niñas fueran tratados como seres humanos y se le diera por lo menos igual importancia, como la que se le dio a la lesión de rodilla del futbolista Falcao García. A mi compatriota, como aficionado del fútbol lo felicito por su talento y sus goles y reprocho a medios de comunicación el tratamiento de catástrofe nacional. Por el impacto mediático que genero esta noticia que sin duda si nos logró afectar, por lo que esa persona representa como imagen de joven responsable y disciplinado. El despliegue de los medios de comunicación incluye entrevistas a sus colegas, al técnico, a jugadores que tuvieron la misma lesión, a familiares con mascota incluida y bueno, puede que merezca esa atención por su trabajo como deportista Colombiano, que aun así me hago una pregunta, “¿estos niños y niñas Wayuu no merecían la misma atención, ante la aberrante muerte que sufrieron por desnutrición?”. Excelente hubiera sido ver las entrevistas de familiares de esos niños, de médicos que los atendieron, de los alcaldes de los municipios Guajiros, hasta del mismo Gobernador, de la directiva del I.C.B.F., los directivos del P.A.N (Plan de Alimentación Nacional) y de todo personaje que se encarna como defensores de los derechos del ciudadano y más de los niños. ¿En este país, quien responde por la política pública? Parece que ninguno, por ahora ese costo solo lo asume la gente pobre porque el que está en el poder, se queda con el discurso y el duelo mediático en medios de comunicación contando siempre con la indiferencia social que paraliza a las mayorías.
Esas mayorías de mi pueblo Guajiro y foráneo, que en estado de pobreza son utilizados en el furor de sus campañas dirigidas por los patrones políticos sujetos históricos de la mermelada politiquera, donde unos van y vuelven, otros van pero no vuelven, otros intentar ir una y otra vez y nunca llegan al núcleo del poder, pero ahí está manoseando al elector primario, pues su ignorancia política es necesaria para sus pretensiones corruptas que por su puesto en el seno de la democracia, ósea en el congreso, sus voces no son escuchadas para defender a las mayorías de las pretensiones del neoliberalismo. Me pregunto silenciosamente; ¿están siendo atendidas las problemáticas de nuestros niños, especialmente de los indígenas?, ¿seguirán los medios de comunicación ejerciendo su infame desentendimiento social?, ¿Cuántos niños más tendrán que morir en este país para que nos pronunciemos? Esta situación también puede moverse a falta de conciencia social, por alguien que dentro del establecimiento tiene una muestra de indignación como sucedió el 6 de abril de 2014 con especiales Pirry quien desnudo una realidad devastadora; más de cuatro mil (4000) niños han muerto entre 2008 y lo que va del año 2014 por enfermedades relacionadas con la desnutrición. Miro a mi hijo y le doy las gracias a Dios; gracias por apuntar con las cámaras de esos medios de comunicación mercantilizados hacia esta tierra sumergida en la pobreza, en la corrupción política, explotada y saqueada día a día por la política neoliberal encarnada en las multinacionales que son las niñas pechichonas de los gobiernos por encima de los niños y niñas del país.
Frente al capital los derechos de las personas, sucumben pues por cuenta de la minería intensiva que abusiva e irresponsablemente arrasa con pueblos, caseríos y comunidades enteras, también se desplazan aves y animales silvestres, se tumban áreas boscosas dejando desolación y contaminación a su paso. Señor Pirry y a su equipo de trabajo una vez más gracias por atreverse a mostrar esta realidad y aquellos que se atrevieron a irse en contra de la verdad trasmitida en su programa, la conciencia les cobrara su indiferencia y abuso conveniente al querer ocultar tamaña verdad.
Hoy en día sigo cargando en mis hombros una gran preocupación y me acompaña una gran indignación e impotencia que traban mis pasos, al querer hacer mucho y no poder, porque todo manejo en esta región como en el resto del país es en base a la envenenada maquinaria política.
Hago un llamado entonces a la conciencia a los que han logrado sus aspiraciones políticas en cargos de elección popular, para que permanentemente hagan homenaje a la confianza depositada por el pueblo, la que debe respetarse, pues traicionarla los resultados son nefastos para mi gente Guajira en especial para niños, niñas y jóvenes.
Esta realidad hay que cambiarla entre todos, el escenario político debe desligarse de esa clase política tradicional, hay que velar por los intereses de la clase obrera, vendedores informales, indígenas, madres de familia, jóvenes, niños, niñas, etc. Son los pobres de este país que más impuestos y tributos pagamos de forma directa e indirecta y además se pretende que tengamos eterno agradecimiento al capital quien es quien genera empleos de salario mínimo, que ya no pagan salud y a través de Fedesarrollo ya están pidiendo al nuevo presidente otra reforma tributaria para acabar de tumbar carga tributaria al empresariado como; parafiscales de Cajas de Compensación, dejar en cero el impuesto de renta y colocar un pírrico impuesto sobre las utilidades, eliminar el famoso CREE que solo fue un mal cálculo económico pero le da gusto al Banco Mundial para terminar de acabar con el SENA y el ICBF donde los jóvenes y niños de este país son atendidos.
Nuestra Guajira necesita más honestidad y compromiso y se hace urgente porque nuestros niños no merecen morir de esa manera, mientras los programas de alimentación son la caja menor de algunos inescrupulosos de turno, la pobreza no puede seguir siendo un negocio que lucra dinero y cobra vidas humanas. Nuestros niños merecen educación, recreación, deporte, salud física y mental y por su puesto nutrición de calidad y gratuita, es así de simple. Para eso hay que hacer un cambio político a cargo de las mayorías para quitarle de las garras de la politiquería y corrupción los recursos de inversión para las mayorías
Somos las familias, quienes merecemos soñar y que esos sueños se nos hagan realidad y si es esta una región sin dolientes, somos los llamados a tomar esas banderas por el bien de los hijos de la gran dama Guajira para que vivan para amarla, para defenderla de tanta insensatez política que existe.
Somos más y somos quienes otorgamos poder para que lo administren en nuestro país. No está bien que lo pisoteen, lo saqueen, lo mal utilicen por lo que estamos llamados a respetarlo y hacerlo respetar de tanto impostor político y administrador publico corrupto.
¡POR NUESTROS NIÑOS Y NIÑAS MUERTOS, NI UN MINUTO DE SILENCIO, TODA UNA VIDA DE LUCHA!
Vivan los niños, niñas y jóvenes Guajiros
Vivan los niños, niñas y jóvenes Colombianos
¡VIVA EL PUEBLO GUAJIRO!
¡VIVA EL PUEBLO COLOMBIANO!
*Conformarse y dejar de insistir, es como ver a alguien ahogándose y dejarlo morir* (Mickey LA)