El 93% de los colombianos está más preocupado por el cambio climático que hace cinco años. Así se desprende del nuevo estudio Obs COP 2019, llevado a cabo por la firma Ipsos, dedicada a estudios de mercado, en conjunto con la compañía energética francesa EDF. La encuesta fue realizada en 30 países, elegidos en función de sus emisiones de CO2 en toneladas anuales, su situación geográfica y su valor ejemplar en la lucha contra el calentamiento global, como así también en su modelo económico y social. En conjunto, los 30 países representan dos tercios de la población mundial.
El estudio demuestra que los ciudadanos son cada vez más conscientes de las consecuencias del cambio climático y creen que es necesario cambiar su estilo de vida para evitar seguir causando daños irreversibles al medio ambiente. De hecho, Colombia también destaca entre los países que consideran que la sociedad civil está muy movilizada. Aunque la mayoría de los encuestados considera que es responsabilidad de los gobiernos actuar para resolver esta problemática.
Entre los datos que se desprenden del estudio, uno de los más relevantes es que solo el 8% de los encuestados cree que no hay cambio climático o dice no tener conocimiento sobre el asunto. Es decir que el porcentaje de personas que dudan de la realidad del cambio climático es bajo. Aunque la cifra varía en cada país.
A pesar de la concientización sobre las consecuencias del cambio climático, la cuestión aún parece suscitar interrogantes. Según el estudio Ipsos-EDF, el 23% de los encuestados no atribuye un origen humano al cambio climático. Por ejemplo, entre los que más dudan se encuentra el mayor productor mundial de petróleo, Arabia Saudita. Allí, el 59% de los encuestados considera que el cambio climático no es de origen humano o que directamente, no existe. En Australia, cuarto productor mundial de carbón, el 45% de los encuestados cree que el cambio climático no es provocado por el hombre o es inexistente. Lo que demuestra que aún no están lo suficientemente informados sobre el tema. Este es el caso también de Bélgica, donde por ejemplo, el 25% de los encuestados aún duda que el cambio climático sea de origen humano.
Otra de las conclusiones del estudio demuestra que los ciudadanos consideran que la situación medioambiental en su propio país es mayormente negativa. Este es el caso de Chile, donde el 80% de la población tiene una mirada negativa sobre la situación del país. Pero en general, el estudio demuestra que la mayoría de los ciudadanos están preocupados por la situación medioambiental de su país. Los principales temores de los ciudadanos de 27 de los 30 países encuestados están relacionados con el aumento de fenómenos extremos como tormentas, olas de calor, huracanes e incendios. En una segunda línea, se encuentra el temor a la desertificación (46%), seguido por la preocupación a la contaminación (44%).
Un dato para resaltar es que para el 35% de los encuestados, el cambio climático tendrá consecuencias tanto positivas como negativas. Una pequeña mayoría (53%), cree que solo tiene consecuencias negativas. Aunque esta cifra está aumentando en ciertos países latinoamericanos, donde los ciudadanos han demostrado una gran preocupación por el tema, lo que podría estar ligado a la biodiversidad en el territorio. En cambio, hay quienes creen que cambio climático tendrá consecuencias positivas. Aunque esa visión solo está representada por un 5% de los encuestados. Países como Noruega y Suecia se encuentran entre los países en los que esta tasa es muy alta. Allí, el 50% de los ciudadanos creen que el cambio climático tendrá consecuencias negativas y positivas o solo positivas.
El estudio también ahonda en las soluciones que se deben aplicar para contrarrestar los efectos del cambio climático. En ese sentido, solo el 53% de los encuestados considera que se deben realizar cambios en la vida diaria. Aunque esta cifra aumenta en países como en México, donde el 75% de la población asegura que la lucha contra el cambio climático también está ligada al modo de vida de los ciudadanos. Por otro lado, el 29% de los encuestados considera que una posible solución está relacionada con el progreso técnico y la innovación y solo un 10% considera que no existen soluciones para limitar los efectos del cambio climático.
La conclusión con respecto a los cambios realizados por los ciudadanos es positiva. El 55% de los encuestados aseguró haber cambiado su forma de vida o consumo, haciendo prevalecer actitudes más respetuosas con el medio ambiente. Entre las acciones cotidianas que llevan a cabo se encuentran la clasificación de los residuos y el uso responsable de la calefacción y del aire acondicionado en los hogares. Aunque solo el 16% utiliza energías renovables o limitan el uso del coche.
