Desde las 9 de la mañana la gente comenzó a concentrarse en más de 34 puntos en toda la ciudad. Estudiantes, sindicatos, indígenas, afrocolombianos y ciudadanos dominados por el desespero y la rabia. En pocos minutos se había armado una fiesta que llenó las calles de Bogotá y un gran río humano se vio extenderse a lo largo de la carrera séptima, la calle 26 y la plaza de Bolívar. La música y las arengas se oyeron al unísono y hacia el mediodía ya eran más de 100.000 personas las que se habían tomado la ciudad en una mezcla de peticiones políticas, reformas sociales o pactos por la vida que se transformó en la explosión social del Paro Nacional que el presidente Duque no podrá ignorar:
La marcha en Bogotá: más de 100.000 personas salieron a la calle
Sindicatos, estudiantes, indígenas y gente emberracada hicieron del Paro Nacional un grito de desespero que el presidente Duque no puede ignorar