La temporada invernal en todo el país comienza a sentirse y varios departamentos sufren ya las consecuencias con desgracias incorporadas. Ríos que salen de sus causes llevándose viviendas humildes, que casi siempre han sido levantadas sin respetar los territorios que el mismo rio reclama, para poder soportar los aumentos de caudal.
Grandes extensiones de tierras cultivadas son inundadas llevándose las cosechas, el esfuerzo y los sueños de millones de campesinos que tendrán que enfrentar la voracidad de los bancos y entidades estatales, que no saben n i entienden de climatología ni de angustias campesinas tampoco.
Montañas enteras saturadas de humedad se desbarrancan sobre las pésimas carreteras de nuestro país, haciendo aun mas dramática la situación de quienes cultivan con empecinamiento de siglos, negándose a entender que este gobierno prefiere y privilegia las importaciones de alimentos, a los esfuerzos que por rescatar el campo, hacen miles de colombianos de sombrero y ruana o de sombrero y poncho o de sombrero y abarcas.
Pues bien, ese mismo invierno que ya cobra vidas, cosechas, sueños y esfuerzos en varias regiones, ha tocado a las puertas del mismo gobierno en su sueño y esfuerzo releccionista.
Ya no serán solamente los campesinos los perjudicados de todo los años. El invierno tocó con toda su crudeza a las huestes santistas, agrupadas en las riveras de los ríos de leche y miel que ha prodigado generosamente este gobierno a los políticos de todas las pelambres, a los ñoños y musas de todos los departamentos, a lo que se creen tocados por el destino para gobernar el país, a los que siempre han visto en Colombia la finca que les pertenece y que sus antepasados les legaron para su cómodo sustento.
Caras desencajadas, discursos incoherentes, golpes de mesa en las cuñas políticas son las novedades de los últimos días ante la desbarrancada de la tan cantada, publicitada y bien financiada campaña de reelección. Ya utilizaron las ayudas que permitía el concurso: 50-50, cambio de la pregunta, y la llamada a un amigo. Llamaron a Cesar Gaviria que llego cual Moisés, gritando y despachando a los delfines, bagres, y bacalaos que no dieron la talla.
Las encuestas, que vaina con esas benditas encuestas, que son ordenadas y pagadas por medios de comunicación afectos al gobierno, dicen que santos pierde no solo con Zuluaga sino que también con Martha Lucia. Terminaron pues, pidiendo tiempo, como los malos equipos.
Dos contradictores del senador Uribe, Daniel Coronel y Maduro, el de Venezuela, llegaron a ultima hora, con una versión que habla de dineros del narco con dos asesores de Santos en la campaña del 2010, pero ya las encuestas, nuevamente las encuestas, habían dado un veredicto de derrota para el candidato presidente.
Que pensaran de todo esto nuestros campesinos en paro agrario, y los profesores en paro educativo y los padres de familia de nueve millones de estudiantes que se solidarizaron con los maestros pero no saben que hacer con sus muchachos sin clase y andando las calles
Que pensará de todo esto Petro, que se subió a un avión fallando, para salvar su propio pellejo firmando dizque un acuerdo con el partido liberal.
Que pensaran los “combatientes de las FARC”, cuando se avecina un gobierno que dice no permitirá la impunidad, ni los reclutamientos de niños del campo, ni la voladura de oleoductos que tiene a mas de seiscientos mil colombianos de clase media que invirtieron sus ahorros en acciones de Ecopetrol, depreciándose todos los días gracias a la valerosa acción de esos combatientes.
Que pensaremos los colombianos de a pie, en estos escasos ocho días que restan para depositar nuestro voto o nuestro mandato, porque los que creían y creyeron por mucho tiempo que seguirían en el tren de la alegría, hoy sufren de un peligroso resfriado por el crudo invierno que les llegó.
