Pasaron más de dos décadas desde que los tulueños escucharon por primera vez la propuesta de una nueva cara para la ribera de su río tutelar. Ahora la Alameda del Río Tuluá, que cuenta con senderos peatonales, zona gastronómica, de descanso y vista al río, es una realidad.
Y es que además de esparcimiento, este espacio es considerado como un importante punto para el turismo y la generación de ingresos, de ahí su relevancia. De hecho, la obra contó con una inversión cercana a los 4.200 millones de pesos, que se ve reflejada en la calidad de los resultados.
De acuerdo con Miguel Ángel Muñoz, secretario de Infraestructura del Valle del Cauca, la Alameda está compuesta de varios senderos y un puente peatonal de 36 metros de longitud —con sus respectivos arcos y sus rampas— que va desde la carrera 28 a la 29, entre calles 29 y 34. Son aproximadamente 500 metros de recuperación del pavimento, en asfalto y en concreto, con la elaboración de más de 4.200 metros cuadrados de área duras y andenes.
Durante la inauguración de la obra, la gobernadora Dilian Francisca Toro, quien estuvo presente, señaló: “Este es un espacio en el que puede venir a caminar, traer sus perros, sus gatos, sus animales, eso sí, cuidando muchísimo la zona verde y cuidando mucho la obra. Eso es muy importante porque son recursos que de verdad son de todos nosotros y que los utilizamos para mejorar las condiciones de vida y darle bienestar a todos los tulueños”.
Ahora la Alcaldía de Tuluá tendrá el compromiso de ocuparse de su mantenimiento, esto con el fin de conservar del mejor modo posible la obra que transformó el costado occidental del río Tuluá y que atraviesa gran parte de la ciudad.