Las especializaciones en medicina son tan importantes y tan necesarias como la medicina misma, pues es la única forma de poder aplicar el máximo de conocimiento sobre un área específica de la salud. Pero en ocasiones se fragmenta tanto el cuerpo humano, que se nos olvida que cuando el paciente enferma de algo puede tener otro algo oculto o manifiesto que puede ser la causa o el efecto de una misma enfermedad.
La mejor manera de explicar las cosas es a través de los ejemplos y este caso no es la excepción. Patricia acude al ginecólogo porque de un tiempo para acá viene presentando flujo vaginal recurrente, es decir, que lo presenta por periodos de tiempo, mejora y luego vuelve a aparecer. Simultáneamente, padece de bronquitis, una condición de salud que afecta sus pulmones y su calidad de vida porque le impide permanecer en lugares fríos o con aire acondicionado debido a que los cambios de temperatura desencadenan su enfermedad.
Nuestro colega y compañero de estudios, hoy en día ginecólogo, nos comenta el caso, mientras hace una observación importante: " En la medida en que Patricia mejora del flujo, se agrava de la bronquitis". Ante esto, decidimos hacer un manejo conjunto: el ginecólogo manejaría el flujo, y nosotros la bronquitis, viendo a la paciente de manera integral. Esto quiere decir que su afección ginecológica y su afección respiratoria tienen que tener un punto en común, y ese punto en común se llama mucosas.
Las mucosas son como nuestra piel interna, ellas recubren los órganos de la misma manera como la piel nos cubre por fuera, y al igual que la piel, las mucosas son consideradas un órgano más del cuerpo. Como cualquier órgano, las mucosas también se pueden enfermar, y sus síntomas pueden ser tan variados como órganos hay en el cuerpo. Si las mucosas que se enferman son las del estómago nos dará gastritis, si son las de la vejiga nos dará cistitis si son las del pulmón nos puede dar bronquitis como en el caso de Patricia. El organismo en su infinita sabiduría busca como eliminar la o las sustancias o gérmenes que están inflamando las mucosas, y es cuando se producen los síntomas como el flujo y las secreciones bronquiales más conocidas como flemas, ambas presentes en el caso de Patricia.
En su caso, las mucosas estaban intentando liberarse de las toxinas y para ello utilizaban dos vías de escape diferentes; una alta (bronquial) y una baja (ginecológica) por así llamarlo, pero su problema era uno solo: las mucosas inflamadas.
En ese orden de ideas el tratamiento también debe ser integral. Por fortuna, en la actualidad contamos con equipos de diagnóstico y medicamentos de excelente calidad que nos permiten enfocar al paciente desde otro ángulo, desde el ángulo integrativo. Estas herramientas nos llevan al hilo conector entre dos sistemas que aparentemente no tienen relación, en este caso el sistema respiratorio con el sistema ginecológico y de paso dos especialidades: el especialista en medicina alternativa y el especialista en ginecología, unidos por un bien común: recuperar la salud de Patricia. El punto en común de encuentro, además del consultorio, fueron las mucosas.
Al final, luego de hacer un tratamiento integrado donde las mucosas fueron las protagonistas, Patricia se cura de sus dos problemas de salud. Cuando alguien le pregunta quien la curó de la bronquitis ella siempre contesta los mismo: “mi ginecólogo“.
