Bogotá D.C., 31 de octubre de 2019.
Doctora
Claudia Nayibe López Hernández
Cordial saludo
La plaza de toros de la Santamaría es un inmueble público que le pertenece a la ciudad y por ende está bajo la responsabilidad y administración de las autoridades del distrito. Por lo tanto, el alcalde mayor puede decidir que allí no se hagan más corridas de toros, así como en otros inmuebles y predios públicos del distrito ya que es parte de sus funciones.
Si hay gente a quienes les gusta ese espectáculo y lo quieren ver, la solución es que las corridas se organicen con dinero privado, en un predio privado, contratando una empresa de logística y seguridad privada; cumpliendo, eso sí, con toda la normatividad de seguridad, sanidad, tránsito, etc., que se le exige a cualquier espectáculo masivo.
La honorable Corte Constitucional protege a la minoría a la que le gusta el toreo y los demás ciudadanos no podemos hacer nada hasta que el Congreso de la República legisle sobre el tema, salvo manifestar, pacíficamente, nuestra inconformidad.
Sin embargo, pienso que no tiene por qué usarse un solo peso de los recursos públicos para patrocinar o facilitar ese espectáculo tan decadente y bárbaro. Ni la Policía Nacional asignada al distrito (pagada con dinero del Estado y que tiene otras prioridades) tiene por qué ir a hacerles anillo de seguridad y menos cerrarles vías (cosa que afecta a los demás ciudadanos) alrededor del sitio de la corrida, eso, claro está, siempre que la eventual protesta animalista sea pacífica.
Con el mayor de los respetos y la admiración que usted y su mandato me merecen, le solicito que tenga la gentileza, Dra. López de evitar que la Plaza de Toros de la Santamaría sea usada para celebrar una nueva temporada de corridas y que se destine este escenario, patrimonio de todos los ciudadanos, a otras actividades que pueden ser la danza, el teatro, la música o el deporte.
Considero que una acción de este talante de su parte la pondría en consonancia con los principios de un partido verde y sería una muestra de respeto hacia sus electores.
Le ruego que desde el comienzo de su administración se desmarque de los abusos autoritarios del saliente alcalde y que demuestre que usted está a la altura de las esperanzas de los más del millón doscientos de almas que votaron por usted y de los varios millones que habitamos la capital.
Gracias por su generosa atención.
Atentamente,
Jair Rodríguez.