Las elecciones en Antioquia dejaron a los poderosos del departamento con los brazos cruzados. Desde que Bernardo Guerra Serna se convirtió en el líder del Partido Liberal en el departamento, su familia fue una de las dominantes en la política. Tras su muerte, las riendas las tomó su primogénito, Bernardo Guerra Hoyos, quien heredó su curul en el Senado pero prefirió anclarse en el Concejo de Medellín, donde mandaba a sus anchas. Sin embargo, después de tres periodos seguidos, Guerra no alcanzó la votación necesaria y perdió su curul. Además, viene enfrentando un proceso en el que el Tribunal de Antiquia decretó su muerte política en primera instancia por conflicto de intereses y haber favorecido a su hija desde su puesto. Ese proceso todavía se está revisando en segunda instancia, aunque ya no tendrá mayor efecto con él por fuera del concejo. Por su parte, su hermano Andrés, el menor de la familia, ha venido haciendo camino en la política, pero en su aspiración de llegar a la Gobernación de Antioquia como candidato del Centro Democrático, terminó perdiendo con el exalcalde Aníbal Gaviria. La derrota de Andrés Guerra fue una de las sorpresas para el uribismo que no consiguió controlar los dos cargos más importantes del departamento. Así, después décadas codeándose con el poder, los Guerra Hoyos se quedan por fuera del tablero.
El fin de la dinastía Guerra Hoyos en la política antioqueña
El primgénito Bernardo le dice adiós al Concejo de Medellín después de mandar tres periodos y su hermano Andrés se hundió para la gobernación