Como lo expresa su himno: y fui creciendo por el influjo… pero de los que quieren más de lo mismo. Por ejemplo, con respecto a sus dos ciudades hermanas en el Triángulo del Café, la capital del Quindió no marcó diferencia.
Las comparaciones son odiosas, pero qué le hacemos. Los “godos” de Manizales eligieron a Carlos Mario Marín de la Alianza Verde, que le sacó más de 20 mil votos al segundo de una coalición de tradicionales “liberales.
Otro aspecto para señalar, es que por encima del Partido Conservador y de los caciques Yepes estuvo el aspirante de la coalición alternativa (Polo-Mais). Y el voto en blanco fue la tercera votación. Al parecer ya no son tan “patifríos”.
Y Pereira no aprende…
En lo referente a Armenia, ciudad lacerada por el caso de corrupción de sus dos últimos gobernantes, esta demostró este año que por lo menos se quieren oxigenar al elegir a José Manuel Ríos Morales como mandatario local por el Partido MAIS, alejado de las colectividades tradicionales. Este hecho no garantiza que no pase algo irregular durante su mandato, pero bueno apostémole a que no ocurra nada negativo y la “ciudad milagro” se levante moralmente, por lo menos.
Otro asunto para destacar en la capital del Quindío es que la segunda votación más alta fue el voto en blanco, ejemplarizante porque demostró el cansancio y la poca credibilidad por parte de la ciudadanía a los dirigentes de siempre. De lo anterior, se resalta que no le comieron cuento ni a las coaliciones de los liberales, ni a las de los conservadores, incluido el Centro Democrático.
Y Pereira no aprende…
Con este preámbulo, pues hablemos de la capital risaraldense. Que le apostó a más de lo mismo. Ganó el del suspendido alcalde, Juan Pablo Gallo. Quien según los mentideros políticos se hizo suspender para salir a hacerle campaña a Carlos Maya y contrarrestar la fuerza de Mauricio Salazar. Las dos campañas se vieron empantanadas por diferentes escándalos por posible corrupción o filtración de dineros calientes, nada de eso comprobado, más sin embargo, fueron las más votadas.
Otro chisme de corrillo, es que esta elección sería demandada. Por posible fraude electoral. Y pierde la ciudad.
El voto en blanco fue la quinta votación. El abstencionismo estuvo por el orden del 47 %. Es decir la gente está contenta con lo que hay.
Y como sí se dio en otras ciudades, en Pereira, al contrario, para la alcaldía, no hubo coalición de “alternativos”, los cuatro aspirantes cada uno se fue por su lado. Personalmente, se perdió la oportunidad de presentarle a la ciudadanía una unión de fuerzas que sin lugar a dudas generaría un impacto en la sociedad y se hubiese dado la sorpresa porque mucha gente estaba cansada de tanto cuestionamiento a las dos campañas que punteaban la intención de voto.
En cuanto Concejo, poco o nada de cambio. Los partidos de las mayorías serán el Liberal y el Conservador. Colectividades que cuentan con caras jóvenes para el Cabildo, que no necesariamente garantizan que se dé una renovación. Mujeres quedaron tres: una de la Alianza Verde, una del Mira y otra de Colombia Renaciente.
Y me detengo en la representación femenina. Por ejemplo el Partido Liberal, apenas en el puesto 13 de las votaciones, tuvo a una mujer, María Isabel Gutiérrez Gutiérrez. Mientras que el Partido Conservador tuvo a Maira Alexandra Bañol en el puesto 8 de la votación. Es decir, equidad muy poca.
Ah, el Polo Democrático perdió la curul, que precisamente estaba en poder de una mujer. Y las mujeres pasaron de 4 a 3 escaños en la Corporación.
Y si comparamos con los resultados de otras ciudades intermedias en cuanto a alcaldías como en Cartagena, Santa Marta, Popayán, Cúcuta, Pasto y Bucaramanga, los ciudadanos decidieron oxigenar a sus capitales.
