La proyección profesional, resumida en la pregunta ¿qué quiero estudiar después de terminar mi bachillerato?, es un tema que empieza a rondar en la cabeza de los estudiantes de 10° y 11°. La elección de un programa de educación superior es un paso decisivo en la vida de un joven y muchas son las dudas que dificultan esta elección.
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Aunque la formación tecnológica es una de las más pertinentes para las dinámicas económicas ligadas a la cuarta revolución industrial, existen ciertos mitos, la mayoría ligados a imaginarios sociales, que hacen que este tipo de formación no sea la primera opción a la hora de pensar en ingresar a la educación superior.
Mito: los tecnólogos tienen menos probabilidad de acceder a un empleo.
Realidad: los tecnólogos tienen amplias oportunidades laborales.
Con el advenimiento de la Cuarta Revolución Industrial, la formación de nuevos profesionales es un reto inaplazable. Y así como las dinámicas sociales y productivas cambian, también lo hacen los ritmos educativos.
Según uno de los más recientes informes del Observatorio de Educación Superior (ODES), publicado por la Agencia de Educación Superior de Medellín, Sapiencia, “La formación tecnológica está más orientada a las necesidades del mercado y requieren menos inversión temporal para ser completadas, facilitando el ingreso al mercado laboral”.
En Medellín, el constante diálogo entre universidad, empresa y Estado hace posible que las instituciones de educación superior tengan en su oferta de estudio programas que tienen alta demanda en el mercado laboral, aumentando así la posibilidad de que los tecnólogos encuentren un empleo al terminar sus estudios.
El presidente de la compañía de galletas NOEL, Alberto Hoyos Lopera, en representación del sector productivo, afirma que un gran porcentaje de los procesos de innovación en su compañía se da gracias al ingenio personas con formación tecnológica, quienes están más familiarizados con los procesos operativos. “Creemos en el desarrollo de las tecnologías como apalancador para la competitividad, la productividad y la innovación”, expresó el alto directivo en uno de los eventos de entrega de becas.
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Mito: al momento de trabajar no pagan un buen salario.
Realidad: salarios superiores al promedio nacional.
Según el informe del ODES, en 2016 un tecnólogo recién graduado en la ciudad recibió en promedio $1´300.267 mensuales superando el salario promedio en Colombia que es de $1´200.000.
Además, este valor puede aumentar considerablemente en los primeros años de trabajo. Al observar el comportamiento de los tecnólogos graduados entre 2011 y 2015 en Medellín se pueden encontrar programas con salarios que oscilan entre $2´500.000 y $4´000.000.
Mito: en una tecnología se aprende menos.
Realidad: se aprende de forma práctica, enfocada a los objetivos.
La formación tecnológica desarrolla competencias para aplicar en un conjunto de actividades complejas con cierto grado de operatividad. Aunque el desarrollo de estas habilidades es el principal objetivo, las clases teóricas y de análisis son necesarias para que el profesional adquiera las habilidades necesarias para intervenir en procesos de diseño y mejora.
Además, en los estudios tecnológicos se potencian habilidades como la creatividad, la innovación, el trabajo en equipo y la capacidad de liderazgo. Estas, llamadas también habilidades blandas, serán cada vez más demandadas, según el informe “The future of Jobs” (el futuro de los trabajos), emitido por el World Economic Forum (WEF) de 2018.
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Cabe resaltar que este nivel de formación no cierra las puertas a la adquisición futura de conocimientos, sea a través de la transición a un título universitario o la realización de especializaciones tecnológicas. ¡Es incluso un incentivo para aprender más!
Según el ODES, solo el 23 % de los estudiantes que quiere acceder a programas de educación superior le apuesta a una tecnología como primera opción. El propósito es promover las ventajas de la formación tecnológica y desmitificar las razones no fundamentadas que la hacen poco atractiva, permitiendo así, que este nivel de formación adquiera cada vez más valor, y que la formación de tecnólogos contribuya a cerrar las brechas de desigualdad, y repercuta positivamente en el aumento de empleo y la prosperidad económica de la región.
Observatorio de Educación Superior, ODES
Para conocer el informe completo en http://www.sapiencia.gov.co haga click en el botón ‘Observatorio’. Allí se encuentra un repositorio digital con temas de interés en torno a la educación superior: la educación como transformador social, los impactos de la cuarta revolución industrial en el mercado laboral y relevancia de la educación superior en el nivel tecnológico, entre otros.
“Empieza estudiando una tecnología y anímate a soñar tan alto como quieras, así como Miller, Juan David y Cristian. Esa es la invitación de Sapiencia: