¿Cómo es posible que Claudia López, después de haberse tenido como virtual ganadora de la próxima elección, prácticamente sin rival político a la vista, esté hoy naufragando en las encuestas, y compitiendo por el margen de error?, ¿hay espacio para una alianza que rompa el empate técnico esta semana?
Lo que le está pasando a Claudia López no tiene nada que ver con su carácter combativo. Esa personalidad fuerte, de mujer líder y hecha a pulso, es lo que más ha contribuido en la consolidación de su imagen. Lo que la está matando es Petro, que ha movido sus bases y su twitter para acabarla, hasta el punto de humillar a Ángela María Robledo en público por declararse en su favor.
Los de Petro son ataques francamente mezquinos, porque Claudia fue la primera en mover al Partido Verde (contra la corriente mayoritaria) para apoyarlo en las últimas presidenciales, y en salir a hacerle campaña activamente en las calles. Claudia hace política de manera limpia. Es mujer. Es competente. Ha mostrado una valentía excepcional para enfrentar a las mafias que controlan el sistema electoral en las regiones, y fue instrumental en las investigaciones sobre parapolítica.
Dice Petro que lo que no le perdona es que no le respete su visión de cómo debe hacerse el metro. Esa es una excusa falsa y mal facturada. Si ese fuera el problema, bien podrían comprometerse a estudiar y acordar la mejor solución para Bogotá. Pero lo cierto es que a Petro no le conviene Claudia López, especialmente desde el día en que, en la cima de las encuestas, le dio por empatar su campaña a la Alcaldía con la presidencial de Fajardo.
Lo que le incomoda a Petro, es que Claudia es su inminente rival político, una mujer de centro, que no hace trampa, ni está dispuesta a usar todas las formas de lucha para ganar, ni se casa con sus peleas. Si llega a la Alcaldía, no tengo duda de que le irá muy bien, y cosechará muchísimos éxitos en lo social, lo que necesariamente afectaría el balance de lealtades entre las toldas petristas. A Petro no le conviene que Claudia tenga tanto éxito, esa es la verdad. Y, en consecuencia, es casi imposible pensar en que avale una alianza a estas alturas.
A Petro no le conviene que Claudia tenga tanto éxito,
esa es la verdad. Y, en consecuencia,
es casi imposible pensar en que avale una alianza a estas alturas
Mientras tanto, Carlos Fernando Galán ha sabido sacarle ventaja a la animadversión de la centroizquierda para proponerse como un candidato conciliador y se ha rodeado de grandes consejeros. Escuché, de una buena fuente, que había chance para una alianza Galán/Uribe Turbay, con la promesa de que Uribe Turbay tendría poder nominador en el gabinete y el respaldo de la Alcaldía en la próxima elección. Uribe Turbay ha tenido un desempeño extraordinario en esta contienda, conoce a Bogotá, tiene ascendiente sobre el Concejo y aunque no tenga chance ya de ganar, si tiene el poder de cerrarle el paso a Claudia López si en una jugada rápida decide formar un frente liberal amplio.
Con ese rumor, pregunte a una fuente oficial de la campaña Galán si eso era cierto, y me contestó que no, pero que esta semana anunciarían adhesiones importantes, y que tenían varias estrategias bajo la manga para movilizar apoyos de los sectores indecisos. Lo cierto es, que el crack de esa campaña es David Luna, que tiene un carácter sencillo, práctico, convocante y es un facilitador de acuerdos extraordinario. David cosecho muchos éxitos en el MinTIC, y se regresó de una breve estancia fuera del país para seguir construyendo. Él es uno de los pocos exministros de Santos que no genera odios enconados, ni tuvo que lidiar con una oposición a muerte sin sacrificar sus posturas. Con el tiempo se ha ido proyectando como uno de los grandes power brokers de la política.
Si las cosas se mantienen como hasta hoy, y no se producen mayores alianzas, es altamente probable que Claudia mueva a los indecisos, que son muchos, y gane. Al fin de cuentas, Bogotá está lista y tiene la madurez política para elegir a una mujer de carácter, sin maquinaria ni conexiones con la política de establecimiento, para gobernar.
Pero si Galán, y detrás suyo David Luna, (quien fue el jefe de la hermana de Miguel Uribe, María Carolina Hoyos Turbay), encuentran el camino para una alianza, Galán se impondría sin inconvenientes.