Cuando el pasado domingo 13 de octubre se dio inicio a las conversaciones, entre el gobierno de Lenín Moreno y el presidente de la organización indígena CONAIE, Jaime Vargas, sin la participación de otros líderes sociales, de organizaciones opositoras y de gremios afectados por el decreto 883, quienes comenzaron las protestas, el paro y las movilizaciones, el curso de los acontecimientos hubiera tomado otra ruta.
Con toda intencionalidad el presidente Lenín Moreno, cerró toda posibilidad a que otros sectores formaran parte de la comisión de diálogo y solo aceptó a la CONAIE y se opuso al resto, aunque públicamente sólo mencionó a los miembros de la organización Compromiso Social/ Revolución Ciudadana, que responden al liderazgo de Rafael Correa, claro la historia venía después, atribuirle a estos los hechos de violencia y lo clásico de los políticos de la derecha, acusarlos de terroristas.
El gobierno de Moreno, estaba as porta de ser derrocado, la debilidad de esta administración estaba expresada en la brutal represión que hasta el momento contabiliza ocho muertos, 1340 heridos, algunos de ellos muy graves y con poca esperanza de sobrevivir, y un poco de más de mil detenidos y unos cien desaparecidos, no podía resistir más allá de 48 horas, pues ni el estado de sitio era obedecido y le resultaba imposible a la fuerza pública contener la insurrección popular de diversos sectores de la sociedad, no solo indígena.
Fue en ese momento cuando Moreno aprovechó el momento y ofreció a la CONAIE, abrir el diálogo y aceptar la derogación del decreto 883, condicionado a que solo sería con ellos y estos aceptaron, Moreno conoce muy bien la fortaleza, pero también las debilidades del movimiento indigenista y la supo aprovechar.
Se llegó a un acuerdo en tiempo récord, el resultado, por el momento, solo dejaría satisfecho a los líderes indígenas, los que, al dar la espalda a sus aliados en esta asonada, abrieron el espacio para que el gobierno inicie la persecución política y la represión contra este mayoritario segmento de la sociedad ecuatoriana, que lo que busca es un cambio al modelo neoliberal, que Lenín Moreno impuso, entregándose al capital financiero a Estados Unidos y al FMI, y traicionando el proyecto económico social de la Revolución Ciudadana para el que fue electo.
Se perdió la oportunidad de profundos cambios estructurales en Ecuador a favor de las clases más desfavorecida y se abrió las puertas a un régimen represivo, como se está produciendo contra líderes políticos e incluso diputados que militan en el sector del ex presidente Correa, como Gabriela Rivadeneira, quien tuvo que asilarse en la embajada de México. Y la orden del Fiscal General de apresar a la prefecta de Pichincha Paola Pabón y del Secretario Ejecutivo del Movimiento, Virgilio Hernández, y a otros dirigentes políticos del Movimiento Revolución Ciudadana.
Según denuncia pública por el Movimiento de la Revolución Ciudadana, (RC) el pasado 10 de octubre señalaron que, conociendo que el régimen represivo de Lenín Moreno, preparaba acciones en contra de sus dirigentes y militantes, solicitaron Medidas Cautelares Urgente a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) fin evitar daños a la integridad personal de los asambleístas de la Revolución Ciudadana. Esa solicitud a la CIDH no ha sido atendida y reprochable la conducta de la OEA, que sigue respondiendo a los intereses del Departamento de Estado.
Para diversos analistas ecuatorianos y extranjeros la conducta de la jefatura de la CONAIE no ha sido consecuente y se han conformado solo con la derogación del decreto 883, específicamente el tema de la eliminación al subsidio de la gasolina. Al momento de escribir este artículo se desconocía el contenido del nuevo decreto, el que será redactado entre el gobierno, la CONAIE y la mediación de las Naciones Unidas y la Conferencia Episcopal Ecuatoriana.
Los indígenas conforman 13 nacionalidades y hacen de Ecuador un país pluricultural y multilingüe. Su población representa el 25% de los 17,3 millones de habitantes, es un sector influyente, con capacidad de organización, demostrado cuando, producto de sus protestas, lograron el derrocamiento de los expresidentes Abdalá Bucaram (1997), Jamil Mahuad (2000) y Lucio Gutiérrez (2005).
Es el sector más vilipendiado y excluido, una gran mayoría de las aldeas donde radican no cuentan con agua potable ni electricidad, el 50% de los niños indígenas menores de cuatro años sufre desnutrición crónica, de acuerdo a las estadísticas del Ministerio de Salud.
Políticamente se agrupa en el partido Pachakutik, brazo electoral de la CONAIE, que agrupa a los nativos de la sierra andina (Ecuarunari) y los (Confeniae) nativos de la amazonia, estos últimos muy respetados por las FFMM ecuatorianas porque fueron muy importantes en la guerra que este país sostuvo con Perú. El partido Pachakutik ocupa cinco escaños en el parlamento ecuatoriano y alguno de sus miembros ocupan importantes cargos en el Estado.
Debo señalar que el 68 por ciento de los indígenas son pobres y que las medidas económicas del FMI a quienes más afectan es a ellos, a pesar de las promesas de Lenín Moreno, que nadie sabe si cumplirá con lo acordado, pues está ante la dicotomía de o le cumple a los indígenas o al FMI, y si por diez años Lenín Moreno mantuvo una posición, supuestamente de izquierda, y a favor de los pobres, y él los traicionó, la historia nos enseña que con traidores no se camina muy lejos.
Por el momento Jaime Vargas, presidente de la CONAIE solicitó al Presidente, que haga público los acuerdos con el FMI, también que destituya a los ministros de Gobierno María Paula Romo y Defensa Oswaldo Jarrín, responsables de la brutal represión contra la población civil donde el movimiento indígena puso varios muertos, los que por el momento no se sabe si las víctimas, muertos y heridos y sus familiares serán atendidos y recompensados, lo que no sustituye el dolor. Lamentablemente, todo quedará en la impunidad, pues hasta hoy, solo hubo la sustitución de dos altos oficiales de las FF. MM.
Estas peticiones de Vargas no se han hecho efectivas, al contrario, Lenín Moreno, con sus ya conocidas mentiras acusó a venezolanos y cubanos, de estar coaligados con militantes de la Revolución Ciudadana y promotores de los hechos violentos en Ecuador, un argumento que nadie se cree, todo para justificar la brutal represión y su entrega al FMI, y que el mercenario Secretario General de la OEA, Luis Almagro, ha convertido en bandera para continuar sus acciones intervencionistas contra Venezuela.
Se ha perdido la oportunidad de que el pueblo ecuatoriano con el importante protagonismo de los sectores populares y la decisiva actuación del movimiento indígena, haya podido lograr grandes cambios a favor de las clases más discriminadas y excluidas.
Con migajas no se llega a ningún lado, fue una victoria pírrica la que alcanzaron. Nadie desconoce que obligarlo a derogar el artículo 883 fue un golpe duro al FMI y a Moreno, que ha quedado con un gobierno débil y bañado en sangre, la historia lo sentenciará.
Los líderes políticos de izquierda, el movimiento social y el influyente movimiento indígena, deberán sacar experiencias y reflexionar, donde estuvo el error y las deficiencias que tuvieron en estos acontecimientos y llevarlos a buscar una sólida unidad, de todos y con todos, para continuar sus legítimas luchas, por una verdadera democracia.
