Ante autoridades negligentes o que se hacen de la vista gorda, parece que es la misma ciudadanía la que debe estar pendiente y vigilante de que no se construya en las laderas de los Cerros Orientales, el principal patrimonio paisajístico y ambiental de Bogotá.
Esto ocurre con varias casas trepadas en plena montaña entre calles 93 y 92. A ellas se llega seguramente por algunos desvíos de la vía a La Calera.
En el norte de la ciudad, el punto desde donde mejor se aprecian estas construcciones es en la esquina de la carrera 15 con calle 93, en el costado sur del centro comercial Centro 93 (irónicamente frente a la embajada de Brasil, país que por estos días está en el ojo del huracán por la complicidad de su Gobierno en la destrucción de la selva amazónica).
Y como arquitectos y constructores muchas veces se prestan a la trampa, en su diseño y colores una de estas construcciones está tan mimetizada con la montaña que no es fácil distinguirla, pero ahí está. “Son tan descarados que intentan pasar inadvertidos, en lugar de simplemente abstenerse de construir en plena montaña”, denuncia un vecino de ese sector del norte de Bogotá.
Las muchas preguntas que uno se hace son: ¿Hace cuánto están ahí esas casas (cuándo las construyeron)? ¿Es algo reciente o ya tiene tiempo? ¿Saben los entes de control, como la CAR, de su existencia? ¿Qué curadores dieron las licencias de construcción a pesar de que están bien arriba en la montaña (muy seguramente en plena reserva)? ¿Por qué otros ciudadanos de ese sector no habían antes encendido las alertas?
Es importante parar bolas a este foco de urbanización para impedir que se siga extendiendo y que se repita, por ejemplo, lo que ocurrió gradualmente con los cerros de Sotileza y las colinas de Suba, que los desarrolladores se comieron descaradamente.
Organizaciones de la sociedad civil organizada como Amigos de la Montaña o las veedurías ciudadanas se han convertido en valiosos vigilantes de este tipo de cuestionables construcciones. Con las redes que han creado, ojalá puedan indagar un poco más sobre este foco de urbanización y si se ha incurrido en irregularidades en detrimento del patrimonio paisajístico que son los Cerros Orientales, para que se adopten las medidas correctivas correspondientes.