La popularidad del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) se ha reducido en los últimos años a grandes escándalos de derroches, lujos y sobornos que se mueven dentro de las 138 cárceles con las que cuenta el país. Parrandas de narcotraficantes en Barranquilla, presos asesinados, desfiles, fiestas y fugas como la de la exsenadora Aída Merlano son algunos de los sonados casos que han cobrado la cabeza de guardias y directores de la institución, y que la tienen ahora en entre dicho por corrupción y negligencia.
La situación dentro de los penales colombianos y el manto de sospecha que cubre al Inpec empujarían a la ministra de Justicia, Margarita Cabello y al presidente Iván Duque a liquidar la institución para darle solución a la crisis interna. Las demás opciones que están sobre la mesa son: endurecer la vigilancia de cumplimiento de los protocolos, visitas inesperadas a la cárcel, construcción de más centros penitenciarios y mejorar el diálogo con los sindicatos. Estos son los cinco escándalos que han sacudido a la institución en sus 27 años de existencia:
Dinero a cambio de visitas familiares del capo José Piedrahíta
A pesar de tener encima una orden de extradición a los Estados Unidos, el antioqueño José Bayron Piedrahita no se bajó de sus privilegios en la cárcel La Picota. Desde su llegada marcó una rutina llena de fiestas, borracheras con exjefes paramilitares y celulares de alta gama para el resto de extraditables que lo acompañaban. Una vida de lujos que pudo mantener ofreciéndole dinero $68 millones al director del penal, mayor Luis Fernando Perdomo, para convertirse en el jefe del patio ERON y otros $30 millones para recibir visitas de familiares y amigos.
A la Fiscalía llegó la denuncia de uno de los hijos de José Piedrahíta señalando al mayor Luis Fernando Perdomo de sobornar a su padre. El escándalo terminó con la captura del director del penal con un sobre lleno de 400 billetes de $50.000, que le había girado el capo antioqueño.
Don José, el capo que mandó a la cárcel al director de La Picota
Narco parrandas en la cárcel barranquillera El Bosque
Dos botellas de whisky, una caja, una guacharaca y un acordeón fueron las pruebas que confirmaban las sospechas de las estrepitosas parrandas que se hacían en la cárcel El Bosque de Barranquilla. Detrás de las fiestas estaban Jorge Luis Alfonso, hijo de la empresaria del chance Enilce López “La Gata”, quien celebró con tonadas su boda, el exjefe del Unión Magdalena Eduardo Dávila condenado por homicidio, los primos Manuel Nule y Mauricio Galofre, y el exgobernaxdor de Sucre, Salvador Arana. Por el escándalo de las llamadas “narco parrandas” cobraron la cabeza del director del penal Dionisio Calderón Sánchez y a la subdirectora de la penitenciaría, Milstelva Garcés.pusieron bajo sospecha al general Jorge Luis Ramírez.
Fiesta y desfiles de "La Madame"
Liliana del Carmen Campos Puello "La Madame", condenada a ocho años y un mes por ser el cerebro de una red de prostitución, no había cumplido un mes en la cárcel de San Diego en Cartagena, cuando promovió el reinado de presas. Una fotografía del director de Distriseguridad Victor Hugo Arango, tomada el 24 de septiembre de 2018 durante el evento, fue la que alertó al entonces fiscal Néstor Humberto Martínez de las fiestas, concierto y desfiles que organizaba internamente. Ese día La Madame había sido incluso la maestra de ceremonia y se había llevado el show bailando junto al cantante de salsa Eddy Jay al final de la jornada. Por ese caso terminó investigado Arango, quien posteriormente renunció a su cargo.
Torturas y 101 desaparecidos en la cárcel La Modelo
La Fiscalía decidió desempolvar los casos de personas descuartizadas, envenenamientos, desaparecidos y torturas entre 1999 y el 2003, cuando se desató la guerra entre paramilitares y guerrilleros dentro de la cárcel La Modelo. A los juzgados han sido llamados la entonces cabeza del Inpec, general Fabio Campo, el director del penal entre noviembre de 1999 y julio de 2000 Reinaldo Fierro y otros dos altos funcionarios de la época, para determinar cuál fue su participación. Los asesinados, que variaban entre reclusos y personas externas al centro carcelario, habrían sido arrojadas por la red de alcantarillado, incluso se está investigando el contrato que tenía el Inpec con una marranera en Soacha, donde se encontró que los marranos eran alimentados con extremedides de las personas. Aunque los presuntos responsables son retirados, el fiscal Fabio Espitia continuará con las indagaciones.
Fugas por la puerta grande de la cárcel Bellavista
Aunque la cárcel Bellavista de Antioquia es considera de alta seguridad, las continúas fugas del penal han puesto bajo la lupa al director y dragoneantes. En estas imágenes se pueden ver cómo cuatro presos salen por la puerta principal y emprenden la huida sin que nadie lo notara. En esa misma cárcel han estallado casos de corrupción por pagos a las directivas para ingresar trago, celulares, prostitutas y familiares, incluso para rebajas de penas como lo denunció el periódico El Tiempo.
