Los peruanos amanecieron con dos presidentes: Martín Vizcarra, en el cargo desde marzo de 2018, que ayer disolvió constitucionalmente el Congreso dominado por el derechista partido fujimorista, y la vicepresidenta Mercedes Aráoz, que fue juramentada como presidenta por la mayoría del Congreso que suspendió en su cargo a Vizcarra. Aráoz no tiene ningún poder real y las Fuerzas Armadas anunciaron su respaldo a Vizcarra.
En un discurso televisado a la nación, Vizcarra anunció este lunes la disolución del Parlamento, la primera en Perú desde 1992, y la convocatoria de elecciones parlamentarias anticipadas el 26 de enero.
El presidente puede cerrar el Congreso cuando éste le niega dos veces el voto de confianza. Para el gobierno esto ocurrió en los hechos, aunque formalmente no se lo hayan negado, cuando la mayoría parlamentaria eligió a un magistrado del estratégico Tribunal Constitucional antes de tramitar el voto de confianza pedido por el gobierno, que estaba condicionado a la suspensión de ese proceso de elección. Los legisladores de la mayoría denunciaron esto como ilegítimo, desconocieron su disolución y se atrincheraron en el Parlamento.
Acabar con la corrupción
La población salió a las calles en respaldo a la disolución del desacreditado Congreso, visto como encubridor de políticos acusados de corrupción. "¡Sí se pudo!" cantaron los manifestantes reunidos en la Plaza San Martín, en el corazón de Lima, aliviados y felices de que el presidente haya finalmente disuelto el Congreso. "Estamos contentos porque finalmente podremos volver a una democracia sin corrupción", dice María Elena, una jubilada.
Acabar con la corrupción es lo que piden estos peruanos, movilizados desde hace varias semanas. Algunos han pasado el día frente al Congreso exigiendo el fin de su dominio por parte de los diputados fujimoristas. "Este día es una celebración de la democracia. En 1995, Alberto Fujimori fue reelegido presidente de manera fraudulenta, pero gracias a Dios, Martín Vizcarra disolvió este Congreso dominado por estos miserables fujimoristas", continúa María Elena.
En un ambiente festivo, al ritmo de tambores y lemas, la procesión atravesó el centro de la ciudad. "Nosotros, los jóvenes, finalmente seremos capaces de construir nuestro futuro. Los parlamentarios nos lo habían robado, pero ahora depende de nosotros y no de nuestros políticos corruptos", afirma Úrsula, de 25 años.
Vizcarra nombró a un nuevo presidente del Consejo de Ministros y mantuvo su decisión de celebrar elecciones parlamentarias para reemplazar a los diputados ampliamente desacreditados en el país.
El presidente, que goza de una gran popularidad, ha obtenido una victoria decisiva en su guerra contra el fujimorismo, que se aferra a la posibilidad de que el Tribunal Constitucional declare inconstitucional el cierre del Congreso para revertir lo que parece una derrota definitiva.
*Artículo originalmente publicado en Radio Francia Internacional, bajo el título de "Perú: Vizcarra disuelve el Congreso que responde suspendiéndolo"
