Hace algunos meses todos fuimos testigos de la crisis en Venezuela, donde los estudiantes venezolanos y la oposición organizaron grandes marchas para mostrar su descontento con el gobierno de Nicolás Maduro; algunas de estas marchas terminaron en desmanes con muchos muertos y heridos. Lo cierto es que algunos sectores de la oposición se tornaron violentos y crearon grupos especializados en perturbar el orden público, como las llamadas guarinbas, que creaban barricadas en los barrios para emboscar a la policía y algunos de sus integrantes estaban armados.
Como no soy chavista, no pretendo defender al gobierno; por parte de la policía hubo muchísimos abusos que fueron hechos públicos en las redes sociales y en los grandes medios de comunicación internacionales, como CNN y NTN24. Estos medios de comunicación dedicaron hasta 8 horas al día para vislumbrar la problemática venezolana, algunas veces con bastante amarillismo, como es su costumbre. En Colombia la problemática venezolana genero mucha solidaridad por parte de los medios de comunicación, cantantes como Juanes, Carlos vives y la totalidad de los políticos de derecha.
Lo que me pregunto ahora es ¿Dónde están los grandes medios? Ahora podemos ser testigos de los abusos policiales en el paro agrario, igualmente hechos públicos en las redes sociales, pero, a diferencia de la crisis venezolana, estos abusos no han tenido un cubrimiento por parte de los grandes medios de comunicación, como CNN, NTN24, Caracol o RCN.
Todos los días podemos ver campesinos sin un ojo por culpa de una bala de goma o llenos de los huecos que éstas dejan por todo el cuerpo, y aun así no he visto a los grandes medios llamar a Juan Manuel Santos dictador, ni he visto a ningún cantante solidarizarse con el paro agrario, ni pidiendo justicia para los campesinos de su propio país. Lo verdaderamente triste de esta dualidad es que, para algunos, los estudiantes venezolanos son demócratas y, por el contrario, nuestros campesinos son guerrilleros o resentidos sociales.
Cómo culpar a los campesinos cuando 6 de cada 10 son pobres, donde ni la mitad tiene acceso al agua potable; cómo culpar a los campesinos que compiten con los TLC’s, es decir, con otros campesinos o agroindustrias de países mucho más desarrollados que Colombia y donde el gobierno sí les da la importancia que merecen. Ya lo decía Jorge Robledo: “Es mejor ser vaca en Europa que campesino en Colombia”.
El campesino tiene derecho a protestar y los medios de comunicación tienen la obligación moral de hacer públicas las denuncias de abusos policiales, y de darles la misma importancia a los campesinos de su propio país que a los estudiantes venezolanos. Por lo pronto, esperemos que este paro crezca y que, como antes, tire por el suelo la imagen de Juan Manuel Santos, que no es un presidente digno; es un mentiroso compulsivo y cínico, incapaz de gobernar a Colombia.
Si los medios callan, que hablen las redes.
Por: @CristianMDE
