Hace algunos años fui víctima del phishing, una forma de fraude en que los delincuentes consiguen que uno les proporcione información personal —como datos de tarjetas de crédito, contraseñas, números de cuentas bancarias y demás— a través de engañosas llamadas telefónicas, correos y cuanto medio digital tengan a la mano. Por lo general usan como carnada ciertos tipos de premios, beneficios o necesidad de confirmación de información; cuando la obtienen, realizan cargos a la cuenta de uno.
Desde entonces he sido muy precavido ante las múltiples llamadas y correos que llegan haciendo referencia a los productos, servicios y beneficios del banco en el que tengo cuenta y tarjetas. Al año son varios los correos y las llamadas que se reciben, por lo que soy totalmente directo y firme al renunciar a cualquiera de las cosas que me ofrecen. Y si tiene que ver con asuntos directos del banco, digo que me acercaré a una oficina directamente para realizar el procedimiento que se me indica. Solo en este año he recibido 3 de ese tipo de llamadas; de la última de ellas, tomé el número del cual me llamaron y me comuniqué con el servicio del banco para informar sobre la llamada, a lo cual me confirmaron que se trataba de una forma de fraude y me recomendaron que bloqueara ese número y evitara dar información en caso de futuras llamadas.
Lo más reciente que me ha ocurrido fue la recepción de un mensaje de texto donde se puede leer exactamente lo siguiente:
“Estimado(a) Cliente Bancolombia. Te informamos que el día 20-09-2019 a las 13:04, Bloqueamos tus accesos y productos. desbloquee sus productos verificando que eres el titular de ellos en el siguiente link…”.
Al leerlo, por un segundo me pregunté por qué habrían de bloquearme. Al siguiente segundo volví a leer, pero esta vez con mayor detenimiento. Advertí la mala redacción del mensaje, por lo que de inmediato me pareció sospechoso. Luego observé puntualmente el link a una página que no tiene nada que ver con el banco. De una dije: “Este mensaje es una estafa”.
De inmediato me puse en contacto con el banco a través del servicio de chat y comenté sobre el mensaje que me habían enviado. La respuesta de la consultora que me atendió fue: “...en este caso estos mensajes sí son fraudulentos, por seguridad no ingresar a ningún tipo de link ya sea enviado por correo o mensaje de texto ni suministrar tus datos personales por medio de llamadas telefónicas”.
A continuación busqué si había algún sitio web donde se pudiera informar o hacer algún tipo de denuncia sobre mi caso. Ingresé a la página https://caivirtual.policia.gov.co, donde por el servicio de chat comenté la situación y me respondieron lo siguiente: “Si señor, cómo puede verificar es un smishing esa URL. Con el fin de obtener datos personales de usted”.
El término smishing no me era conocido, de modo que indagué y encontré que es el nombre que recibe un tipo de técnica de fraude mediante el uso de mensajes de texto a celulares, especificando que aparentan ser de la entidad financiera y que envían un página web falsa o un número para realizar una llamada. De esa forma capturan información confidencial, personal o financiera y obviamente con esos datos obtenidos realizan compras por internet, solicitudes de nuevas tarjetas de crédito, robos de identidad o cualquier otro tipo de estafa.
Es evidente que en estos tiempos los delincuentes se hacen cada vez más audaces y ágiles para mejorar sus técnicas de fraude, por lo que nosotros deberemos ser mucho más prevenidos y estar alerta para no caer en ellos… y definitivamente por ninguna razón dar cualquier tipo de información a través de estos medios.