Pese a la oposición vaticana, la Conferencia Episcopal Alemana (DBK) ha decidido seguir adelante con el debate reformista que surgió con la investigación sobre abusos sexuales en Alemania. Los obispos debatirán cuestiones como el celibato, la homosexualidad y la ordenación de las mujeres.
El cardenal Reinhard Marx, presidente de la Conferencia Episcopal y cardenal de Múnich, anunció que la Iglesia Católica alemana discutirá, después de una reunión con representantes de las organizaciones católicas, la flexibilización del celibato, el papel de la mujer en la Iglesia y la homosexualidad.
Estos temas suelen ser sólo debatidos por la Iglesia en Roma, pero Marx insistió en llevar el debate adelante, con el empeño de evitar para siempre los abusos que según él, han facilitado las estructuras actuales de la Iglesia.
Suena casi como una escaramuza de cisma, pero ni las críticas de sus miembros más ortodoxos, ni siquiera las del papa Francisco lo han podido detener.
A partir de la próxima semana, los obispos alemanes comenzarán entonces una serie de encuentros con las organizaciones que representan a sus fieles, en lo que han llamado Camino Sinodal, una búsqueda de reformas dentro de la Iglesia católica donde no está invitado el Vaticano.
Los obispos alemanes han hecho todo lo posible por no mostrar una rebelión directa contra el Vaticano y evitar las limitaciones que tendrían si esta conferencia fuese realmente un sínodo, y debiese por lo tanto estar dentro del control papal.
Entre el 23 y 26 de este mes tendrán lugar los primeros encuentros que preparan una gran conferencia a principios del próximo año entre la Iglesia alemana y sus fieles, con el objetivo de sacar consecuencias a los abusos del clero, algo que la Iglesia en Roma ha evitado por todos los medios.
*Artículo originalmente publicado en Radio Francia Internacional, bajo el título de "Los obispos alemanes desafían al Vaticano"
