Era el 2014. Carolina Guerra filmaba en Madrid la película La luciérnaga. Tenía dos semanas de vacaciones y un amigo le prestó una cabaña en las afueras de Estambul, Turquía. La idea era pasar por su apartamento, recoger las llaves e irse al aeropuerto de Barajas. La vida le cambió cuando un inglés alto y de ojos verdes la invitó a seguir a su apartamento. Se dejaron llevar por la química. Carolina nunca iría a Estambul.
La bogotana Carolina Guerra es una mujer decidida. Hija de un filósofo y de una diseñadora de modas decidió irse en el 2013 de Colombia justo después de romper con el actor, músico y fotógrafo Diego Cadavid. Se estableció primero en México y luego dio el salto a Los Angeles. Quería abandonar su zona de confort. No fue fácil. El casting que hizo para Animal Kingdom, la exitosa serie de televisión norteamericana, fue una pesadilla. Unas horas antes se había enterado de que un hacker le había desocupado las cuentas. Se las dejó en cero. Había llegado a la prueba con los ojos hinchados, arrasado por el dolor. Salió peor de deprimida. Su único consuelo se lo dio su amiga Isabella Santodomingo quien la recibió en su casa en Miami. Allí se enteró que había pasado. Su vida empezaba a cambiar. Después vino la película en Madrid y conocer a David Reuben jr.
Cuando entró al apartamento Carolina no sabía que David era hijo de uno de los hombres de fortuna de Inglaterra, catalogado por la revista Forbes con una fortuna que alcanza los 16.800 millones de Euros. Su futuro suegro –la actriz acaba de anunciar su compromiso para diciembre- nació en la India en 1962. A los 17 años abandonó la Universidad para dedicarse a comercializar chatarra. Mientras él comerciaba su hermano estructuraba un imperio de aluminio que nació de una pequeña empresa, Transworld. En 1984 la compañía ya costaba USD$ 20 millones. Una vez terminó la Unión Soviética vendieron su compañía a Roman Abramovic, el ruso actual dueño del Chelsea. Con la plata de la venta reinvirtieron en el negocio inmobiliario. Uno de los edificios más representativos de Londres, la Torre Millbank, es de los hermanos Reuben. Buena parte de los epicentros comerciales de Mónaco, Alemania, Francia, Rumania, República Checa e Israel, son edificios de los Reuben. Ahora piensan quedarse con todo Ibiza en España.
Se dan la gran vida viajando por el mundo, ya sea en el desierto del Sahara, por las pirámides de Egipto, en el Parque Tayrona de Santa Marta o el Chorro de Quevedo de Bogotá. Se codean con los famosos del entretenimiento y mezclan farándula con futbol, de ahí q se les vea acompañados por figuras como Neymar jr o Lenny Kravitz.
Rockera y cinéfila, Carolina extraña Nueva York, una ciudad que disfrutaba. No abandona la música: los clásicos de los Rolling Stones y de The Cure que acaparan su play list. Las horas de reposo las pasan en un casa de campo. Viven en Hollywood Hills en las afueras de Los Ángeles.
Su matrimonio los convirtió recientemente en noticia. Fue en el desierto de Black Rock, Nevada, Estados Unidos, en pleno festival Burning Man. Los atuendos futuristas se robaron toda la atención. En redes sociales hubo todo tipo de opiniones y calificaciones; original, estrafalario, estrambótico y extravagante son solo algunos de los adjetivos que han utilizado los cibernautas para hablar del evento. Estas fueron las imágenes del matrimonio:
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