La presión sobre la campaña electoral llevó a Germán Vargas a perder la cordura y a enfrentarse al público en uno de sus actos en Arauca. Trató a uno de los asistentes de “gamín y saboteador” y advirtió que no se trataba de un consejo comunal ni que el era Álvaro Uribe y que por lo tanto merecía respeto; La reunión no termino bien. Esto fue lo que sucedió: