El 4 de noviembre del 2011 comenzó la batalla jurídica del expresidente Álvaro Uribe contra el entonces representante a la Cámara Iván Cepeda. El primero le otorgó poder a su abogado Jaime Granados para demandar al segundo “por sus reiterados actos en contra de su buen nombre” y defenderse de “su ánimo de obstruir a la justicia con falsas denuncias”.
En ese año Cepeda, además de parlamentario, era vocero del Movimiento Nacional de Víctimas del Paramilitarismo. Recorría las cárceles del país en cumplimiento de un trabajo humanitario para ayudar a documentar hechos de violencia en el conflicto. También recogía testimonios de víctimas y victimarios. Dos de estos últimos, detenidos en La Picota, le llamaron la atención: Juan Guillermo Monsalve y Pablo Hernán Sierra.
Ellos afirmaban que el doctor Álvaro Uribe Vélez, su hermano Santiago y los hermanos Gallón habían ayudado a montar la estructura del Bloque Cacique Pipintá, un grupo paramilitar que nació tras la quema de la hacienda Las Guacharacas por parte del ELN en 1995, que después se convirtió en el bloque Metro de las Autodefensas Unidas de Colombia. Esta fue una información que consideró muy valiosa porque completaba los testimonios que tenía de otros dos exparamilitares, Ramiro Henao (alias Simón) y Gabriel Muñoz (alias Castañeda, jefe del Bloque Metro de las AUC), sobre el presunto rol del expresidente en la formación de esa estructura paramilitar.
Iván Cepeda sufrió su primer revés a comienzos de 2012. Amenazado, su apoderado Rafael Barrios abandonó su defensa para viajar a radicarse en los Estados Unidos. El escogido para reemplazarlo fue el abogado Reinaldo Villalba, quien a su vez era el vicepresidente del Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo, una ONG fundada para la defensa jurídica de defensores de derechos humanos.
La pugna judicial Uribe-Cepeda se calentó en septiembre del 2014, cuando ambos estrenaban curul en el Senado: el 20 de julio, en la instalación del Congreso, el parlamentario Cepeda anunció que le haría un debate a Álvaro Uribe. En efecto el 16 de septiembre del 2014 lo hizo comenzando con un repaso por la vida pública del expresidente, empezando por la polémica dirección de la Aeronáutica Civil. Todo acompañado de videos, audios y fotos, buscando demostrar relaciones con el Cartel de Medellín y las Autodefensas Unidas de Colombia; un recuento en el que los testimonios de Juan Guillermo Monsalve y Pablo Hernán Sierra resultaron claves para demostrar esto último.
En plena intervención, Uribe se levantó con un cartapacio que, según advirtió, contenía las pruebas que aportaría a la Corte Suprema de Justicia para demandar a Cepeda por manipulación de testigos cuando lo había denunciado, dos años atrás, por la formación del Bloque Metro. De acuerdo con el expresidente, los exparamilitares Ramiro Henao (alias Simón) y Gabriel Muñoz (alias Castañeda) habían sido comprados para declarar en su contra.
La estrategia del abogado de Villalba para desvirtuar las pruebas de Uribe fue averiguar sobre los testigos que iban a declarar contra el senador Cepeda: tenían en común ser cercanos al Centro Democrático. Mientras los dos contradictores seguían teniendo como escenario del debate el Congreso de la República y se profundizaban sus diferencias frente a las negociaciones de paz entre el gobierno Santos con las Farc, el proceso judicial permaneció casi tres años dormido hasta que en febrero de 2018 el fallo favoreció a Cepeda. La Sala de Instrucción II de la Sala Penal decidió no investigar al congresista del Polo luego de que Uribe Vélez lo denunciara por considerar que este estaba buscando testigos falsos que lo relacionaran con grupos paramilitares.
De hecho, en un auto los magistrados aceptaron el testimonio de los testigos presentados por Cepeda para documentar la formación del Bloque Metro que Uribe había cuestionado: Ramiro de Jesús Henao (alias Simón) y Gabriel Muñoz Ramírez (alias Castañeda). Este primer round le dio aire a Cepeda. La decisión judicial la celebró el abogado Villalba y también Ramiro Bejarano, quien lo había acompañado esta etapa del proceso.
Un año y medio después, este 12 agosto, la Corte dejó en firme la investigación contra el senador Álvaro Uribe por presunta manipulación de testigos. La Corte examinó los siete testimonios que Uribe Vélez cuestionaba y encontró que Cepeda no participó en ninguna estrategia. En cambio, halló pruebas de que los testigos fueron manipulados o amenazados para favorecer a otras personas.
La decisión se tomó luego de resolver un recurso de la defensa del expresidente que pedía la nulidad. Es decir, la exclusión de varias de las pruebas usadas como evidencia en su contra en el alto tribunal. La Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia ordenó investigar al expresidente y senador Álvaro Uribe Vélez por supuesta manipulación de testigos para hacer un montaje en contra del también congresista Iván Cepeda.