La más reciente y ridícula polémica que tiene indignadísimos a unos cuantos es patrocinada por la intolerancia que muchas veces nos caracteriza, medios de comunicación en general, María Fernanda Cabal y el deceso de Gabriel García Márquez.
El jueves 17 de abril, minutos después de haberse conocido la noticia de la muerte de García Márquez -un dios para muchos- María Fernanda Cabal, mujer colombiana y representante a la cámara publicó un tweet tan inofensivo como respetable. Su mensaje en el que se leía ‘pronto estarán juntos en el infierno’, refiriéndose a una foto en la que aparecía Fidel Castro con el escritor colombiano, desató toda una serie de reacciones que si uno se da a la tarea de dejar las pasiones a un lado y mirarlo objetivamente no daba para tantos bombos y platillos en los medios, ni mucho menos el acoso que propiciarion.
Sin embargo, no faltó quienes tomaran a mal el mensaje yéndose, como ya es costumbre en las redes sociales, a los insultos, cuestionamientos y críticas, olvidando así que en este país la libre expresión y difusión de las opiniones, sean contrarias o no, es un derecho consagrado en la Constitución Política de Colombia (art. 20). Ahora, que dicha opinión no encaje con el sentimiento de la mayoría no la obliga ni como representante ni como mujer ni como colombiana a retractarse por su opinión, pues está claro que en ningún momento se calumnia ni injuria al escritor.
Tal situación no deja ver otra cosa que aquí existe una gran cantidad de sujetos con altísimos niveles de intolerancia que les resulta sumamente complejo respetar un pensamiento y opinión contraria a la del momento y demostrando así que en el país solo hay espacio para una sola postura, la que está guiada por la emoción del momento o del público en general. No obstante, el asunto ya pisa altas esferas en el poder, pues el reconocido senador Armando Benedetti ha propuesto que la posesión de la representante sea tres meses después de lo habitual, esto como castigo por sus declaraciones.
Asimismo, respetados escritores como Salcedo Ramos rechazan mediante efusivas y hasta ridículas líneas las palabras de la representante.
Queda, entonces, una pregunta por resolver: ¿cómo será si se llega a un acuerdo de paz? Si nos resulta complejo respetar una simple opinión, ¿seremos capaces de aceptar un reinsertado que durante años estuvo en ‘el otro bando’?
@_nicosuarez